El Rey elogia el periodismo frente al «ruido» y la «simplificación»

Periodismo en tiempos inciertos, pero periodismo. Luz en la oscuridad. El Rey Felipe VI, en la 105ª edición de los premios Cavia, Luca de Tena y Mingote, reivindicó ayer la labor de la prensa como un pilar esencial, 'sine qua non', de la democracia. En el discurso final de la gala de premios en la sede de ABC y Vocento, ante cerca de doscientos invitados vestidos de etiqueta, Su Majestad lanzó un mensaje de esperanza para una profesión que se recupera de una crisis, tras el salto del papel al entorno digital, y que afronta la amenaza de la inteligencia artificial.
Don Felipe, acompañado por la Reina Doña Letizia, celebró el periodismo como «tres formas de mirar el mundo»: «Desde el rigor, el compromiso y el ingenio». Sobre esas tres palabras descansó toda su intervención, seguida por personalidades como el expresidente del Gobierno José María Aznar, el ministro de Transformación Digital, Óscar López, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y diputados como Cuca Gamarra, Cayetana Álvarez de Toledo y Pepa Millán. «Una mirada –insistió el Rey– que nos permite reencontrarnos con ese periodismo que quede cuando todo pasa: el que observa, escucha y cuenta lo esencial; el que huye de la simplificación e informa con profundidad».
En su alocución, como no podía faltar este año, tuvo un recuerdo para las víctimas de la dana, muy presente toda la noche. No en vano, el motivo central de uno de los premiados era la fotografía de un muchacho que salvaba del lodo que dejó la riada del pasado octubre en Valencia a la muñeca de su hermana. «Desde aquí, la Reina y yo mandamos un saludo lleno de afecto y ánimo para Joel –el protagonista de la imagen de Txema Rodríguez, Mingote 2025–, su madre, Amparo, el resto de familiares y para todos los afectados por la dana». Fue el momento más emotivo de una velada donde los valores del periodismo vistieron de largo, con vino Marqués de Murrieta para brindar.
«En un contexto en el que la sociedad demanda información de forma constante y en el que la oferta de noticias es abrumadora, el periodismo debe conservar su esencia: informar con veracidad, promover el debate público y estimular el pensamiento crítico. Pero no se trata solo de transmitir hechos con rapidez, sino de hacerlo con responsabilidad», reivindicó, y añadió: «Solo así se fortalecen las democracias».
Además, el Rey pidió a los medios de comunicación que no cedan ante «el ruido» y «la aceleración» que, «a menudo, intentan condicionar la realidad». «Debéis seguir promoviendo el mejor periodismo, el que no renuncia a sus principios. Sin vuestra labor –responsable, honesta y rigurosa– la sociedad perdería la base misma de su capacidad para discernir y decidir», encargó el Rey a los periodistas.

Esas tres virtudes, responsabilidad, honestidad y rigor, las ensalzó en los tres premiados. A saber, el citado Txema Rodríguez, el argentino Jorge Fernández Díaz, ganador del Mariano de Cavia, y Carlos Alsina, que se alzó, como soñaba en su juventud, con el Luca de Tena. Don Felipe se guardó palabras de reconocimiento para los tres. A Jorge Fernández, que completa un triplete tras recibir antes la Medalla de la Hispanidad y el premio Nadal, le dijo que sus padres, Marcial y Carmina –asturianos emigrados a Argentina– confirmarían hoy, «orgullosos», el empeño de su hijo: «El periodismo valía la pena».
A Alsina, que descartó la carrera judicial para dedicarse a su vocación, le alabó su «voz, criterio y sentido» con los que, en su programa matinal de Onda Cero, «con fina ironía» y «destreza inconfundible», informa, opina y analiza la actualidad de España y del resto del mundo. Y a Rodríguez le aplaudió su capacidad de encontrar «en cada escena una historia profunda y única». «Representáis hoy estas tres formas de mirar el mundo desde el rigor, el compromiso y el ingenio. Felicidades también a ABC por impulsar el mejor periodismo a través de estos premios, que nos recuerdan que acercar el mundo con honestidad y contexto siempre es necesario», concluyó. Una ovación coronó su reconocimiento a la profesión, antes de dar paso a la cena y al habitual brindis.
Don Felipe y Doña Letizia llegaron a la sede de ABC, como cada año, entre gran expectación de la redacción. Fueron recibidos por la presidenta de la Comunidad de Madrid, el ministro para la Transformación Digital, el presidente de Vocento, Álvaro Ybarra, y el director de ABC, Julián Quirós. Después, saludaron a autoridades como el expresidente Aznar, el embajador de China, Yao Jing, su homóloga griega, Aglaia Balta, la encargada de negocios de Estados Unidos, Rian Harris, el consejero delegado de Vocento, Manuel Mirat, el presidente ejecutivo de Indra, Ángel Escribano, el secretario general de Iberdrola, Santiago Martínez y el director general y de Banca Corporativa de Banco Sabadell, Cristóbal Paredes. Por supuesto, también al presidente del Jurado de los premios, el presidente de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado, y a los tres galardonados.
Los Reyes pasaron después al salón de actos, para asistir a la ceremonia de premios patrocinada por Iberdrola, Indra y Banco Sabadell, y se sentaron en la mesa Mariano de Cavia junto a los protagonistas de la noche, el director de ABC, el presidente de Vocento y demás personalidades. La batuta la dirigió, como el año pasado, la periodista de esta casa Karina Sainz Borgo, que fue otorgando la palabra. El primer discurso lo pronunció Ignacio Ybarra y después, como telonero de los agraciados, el presidente del Jurado y de la RAE les dedicó halagos varios. A Fernández Díaz, reconocido por el artículo contra el populismo que escribió en 'La Nación', lo describió como un periodista con «la erudición justa y la desenvoltura de gran escritor». De Alsina destacó su habilidad para «desbrozar sin ira la maleza informativa». De la fotografía de Rodríguez, encomió su «simplicidad y hermosura».
Entre aplausos les llegó el turno a los homenajeados, a los que solo siguieron el discurso del Rey y los tradicionales vivas a él y a España. Jorge Fernández Díaz subrayó la labor de los periodistas independientes: «Los aguafiestas que no aceptan militar ni ser camaleones, ni entregarse al cariñoso requerimiento de doble estándar que lñes exigen algunos de sus propios lectores». Carlos Alsina, que debutó en esta casa antes de 'casarse' con el micrófono, confesó que su entonces jefe de ABC sembró la duda en su corazón cuando le advirtió que en las ondas nunca ganaría el Luca de Tena. 35 años después, quién se lo iba a decir, regresó al diario centenario para agradecerle que le haya procurado «alivio» por librarse «del peso» con el que, bromeó, ha cargado tanto tiempo.
Txema Rodríguez, en un momento también de gran carga emocional, relató cómo al día siguiente de enterarse de que había ganado el Mingote por la foto que le hizo a Joel le llamó Amparo, la madre del niño que rescató a la muñeca de su hermana, para felicitarlo. Él se lo agradeció y ella, una más de tantas afectadas por la dana, puso voz a un pueblo: «Gracias a ti por dar visibilidad a nuestras vidas durante aquellos días en los que las familias teníamos que apañarnos sin la ayuda de los que, en teoría, habían de ayudarnos».
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