Hallan un esqueleto con mordeduras de león que revela cómo luchaban los gladiadores romanos
%3Aformat(jpg)%3Aquality(99)%3Awatermark(f.elconfidencial.com%2Ffile%2Fbae%2Feea%2Ffde%2Fbaeeeafde1b3229287b0c008f7602058.png%2C0%2C275%2C1)%2Ff.elconfidencial.com%2Foriginal%2F236%2Fd75%2F669%2F236d756690d8e5da2dfad4fa3f9aa63c.jpg&w=1280&q=100)
Un sorprendente hallazgo arqueológico en York, Reino Unido, ha proporcionado la que parece la primera evidencia física directa de combates entre gladiadores y animales salvajes en el Imperio romano. Investigadores de las universidades de Maynooth y King's College London identificaron marcas de mordeduras en la pelvis de un esqueleto masculino, compatibles con las de un león, lo que sugiere que el individuo murió tras ser atacado por el felino en un espectáculo de la arena.
El esqueleto, datado en el siglo III d.C., pertenecía a un hombre de entre 26 y 35 años, enterrado en el cementerio romano de Driffield Terrace, en York. Este lugar ya había sido asociado con gladiadores debido a la presencia de restos de hombres jóvenes, robustos y decapitados, muchos con signos de lesiones previas. Sin embargo, es un hecho insólito porque hasta ahora no se había encontrado evidencia osteológica que confirmara enfrentamientos con animales.
El análisis forense reveló que las marcas en la pelvis coinciden con las mordeduras de grandes felinos, específicamente leones, al compararlas con huesos masticados por estos animales en zoológicos británicos. Aunque las heridas no fueron necesariamente la causa directa de la muerte, indican que el hombre fue arrastrado o atacado por el león antes de ser decapitado.
Este descubrimiento respalda los relatos históricos y representaciones artísticas que describen los "venationes", es decir, los espectáculos en los que gladiadores, que eran conocidos como "venatores", luchaban contra animales salvajes como leones, osos y leopardos. Hasta ahora, la evidencia de estos eventos se basaba principalmente en textos y mosaicos, sin pruebas físicas directas.
Este descubrimiento respalda los relatos históricos y representaciones artísticas
La presencia de un león en Britania plantea sin duda un sinfín de preguntas sobre la logística del Imperio romano para transportar animales exóticos desde África hasta provincias lejanas. Los investigadores sugieren que estos animales eran capturados en el norte de África, trasladados por mar a Italia y luego por rutas terrestres y fluviales hasta lugares como York, utilizando la infraestructura militar romana.
Además del esqueleto con marcas de mordedura, el cementerio de Driffield Terrace ha revelado más de 80 esqueletos de hombres jóvenes, muchos con signos de lesiones relacionadas con combates y decapitaciones. Aunque no se ha identificado un anfiteatro en York, la evidencia sugiere que la ciudad pudo haber albergado espectáculos de gladiadores. Este hallazgo ofrece una visión más concreta de la brutalidad de los espectáculos romanos y su alcance en las provincias del Imperio. También destaca la sofisticación de la logística romana para proporcionar entretenimiento con animales exóticos en regiones alejadas de Roma.
El Confidencial