Heidi se muda de Japón a España

La historia ideada por la escritora suiza Johanna Spyri en 1880 es más que conocida (pero va un resumen por si acaso): Heidi es una niña huérfana que vive con su tía. Una oportunidad laboral en Fráncfort la lleva a dejarla con su abuelo, un ermitaño que reside en los Alpes. Ahí se hace amiga de Pedro, un joven pastor, y de la abuela ciega de este. Poco a poco, la ternura y alegría de su nieta suavizan el carácter del viejo. Sin embargo, al tiempo, su tía lleva a Heidi a Fráncfort para hacer compañía a Clara Sesemann, una niña enferma que no puede caminar. Aunque al principio Heidi sufre por la estricta señorita Rottenmeier y la nostalgia de su hogar, logra transmitir su bondad a todo el que le rodea. Finalmente, regresa a los Alpes. Ahí recibe la visita de Clara. La alegría y el amor de las montañas obrarán un último milagro: devolverle a Clara la capacidad de caminar.
Si le suena a conocido y ha sentido un hilillo de nostalgia, quizás haya sido una de las personas que quedaron marcadas por la serie de dibujos animados japonesa Heidi, tanto en su primera emisión en 1975 como en las reposiciones que se han ido sucediendo a lo largo de los años. O en las distintas versiones que se han hecho, bien animadas, bien con actores de carne y hueso. 3Doubles Producciones, un estudio radicado en la isla de Tenerife, a 12.500 de distancia de Tokio, es el último encargado, conjuntamente con el alemán Studio 100, de volver nuevamente a la historia de la pequeña niña suiza en Heidi, el rescate del lince, una producción hispano-alemana que se estrena este viernes en cines. En esta ocasión, Heidi recibe una invitación de su amiga Clara para pasar el verano en el mar Báltico. Todo cambia cuando encuentra un cachorro de lince herido y decide cuidarlo hasta que se recupere. Detrás de este hecho casual está un codicioso empresario que pretende construir un gran aserradero en las montañas, por lo que coloca trampas para el lince. Es una película de aventuras que “se mantiene fiel al espíritu del clásico”, al tiempo que cuenta una historia completamente nueva, explica Darío Sánchez, consejero delegado de 3Doubles.

Esta vez ya no se trata de una serie de dibujos a mano. Pese a ello, los creadores han tratado de mantener la esencia. “Hemos intentado que fuera lo más fiel posible al original”, asegura Sánchez. “Los animadores se han estudiado la serie original y, por citar una curiosidad, hasta se ha respetado la forma en la que Heidi coge la cuchara”. Más aún, la película incluso cuenta con la clásica canción Abuelito, dime tú, aunque en una nueva versión interpretada por la cantante canaria Cristina Ramos.
En realidad, el trabajo lo comenzó el estudio alemán Studio 100 International, que es el titular de los derechos de propiedad intelectual de Heidi y accionista de 3Doubles. “En diciembre de 2023 nos contrataron, aunque posteriormente nos pidieron que pasase a ser una coproducción. Pensamos: ‘Es Heidi, tenemos que meternos sí o sí”. Y se metieron. El plazo era ajustado: “Teníamos que acabarla a finales de 2024, con lo que ha sido un poco una carrera contrarreloj, sin tiempo para pedir ayudas”.
Cuando entraron, el guion estaba listo, así como la animática (un storyboard animado que se utiliza para previsualizar una película o secuencia) y había comenzado el modelado (creación de objetos tridimensionales). “A partir de ahí nosotros ya lo cogimos con rigging [crear una estructura interna o esqueleto para un personaje o objeto 3D], layout [composición de secuencias], animación y la simulación de telas, entre otras cuestiones", detalla Sánchez.

3Doubles se implantó en Canarias hace ocho años, aprovechando las ventajas de la Zona Especial Canaria ―en las islas, las empresas de artes digitales recuperan entre el 45% y el 54% de los gastos de producción y pagan apenas un 4% de impuesto de sociedades sobre sus beneficios, entre otros privilegios―. La falta de tiempo y la necesidad de llevar a cabo el proyecto con fondos propios y créditos llevó a la productora, no obstante, a deslocalizar más de la mitad de la producción al País Vasco. Para ello, creó una filial, Sumendi Uhartea (isla volcánica en castellano), con la que accedió a una desgravación del 70% de los costes totales concedida por la Diputación de Vizcaya, entre otras ventajas. “Seguimos siendo una empresa canaria”, puntualiza Sánchez.
Con todo, ya no constituye una rareza que el archipiélago desarrolle un proyecto de estas dimensiones. Desde que fundara su empresa hace ocho años, 3Doubles ha sido nominada dos veces al Goya (Inspector Sun y SuperKlaus). En febrero, otro estudio tinerfeño logró el Goya al mejor largometraje de animación por Mariposas negras. Y hasta una veintena de empresas se han radicado en las islas: la francesa Atlantis Animation (Tara Duncan o la serie de Leo Messi para Sony y Disney); Gigglebug, un estudio finlandés que ha producido las series de Batman para Warner y 101 dálmatas para Disney; B-water Studio, uno de los primeros en aterrizar en las islas; Tomavisión (Space Jam 2); Amuse Animation, Mondo TV, Flaming Frames y 22 Dogs. O el estudio francés Fortiche, que produjo Arcane, la serie más vista de Netflix en 2022, basada en el videojuego League of Legends y que llegó a ganar siete premios Annie.
“Vinimos por las ventajas fiscales”, admite Darío Sánchez, “pero ha sido una gran elección a nivel personal”. Advierte, eso sí, de dos problemas en las islas. El primero, la formación: “No hay suficientes escuelas en Canarias, hasta el punto de que nosotros hemos tenido que montar un campus propio". El segundo, cómo no, es la vivienda. “Cada vez es más complicado vivir aquí, y eso limita, además, poder traer mano de obra sénior para suplir la falta de cantera”.
Después de Heidi, 3Doubles está acabando la animación de Gungo, una película basada en unos juegos olímpicos cavernícolas. “Una potente que estamos haciendo es Flamingo Flamenco, sobre una colonia de Flamencos en Fuente de Piedra, en Andalucía. Creemos que va a sorprender a muchos". Y más nostalgia de origen nipón: trabajan para Studio 100 en Arnie & Barney, un spin off protagonizado por las hormigas soldado de la abeja Maya.
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