Los vecinos de Notting Hill plantan cara al turismo pintando de negro sus casas

Los vecinos de Canarias no son los únicos hartos del turismo y la gentrificación. Los residentes de la mítica Notting Hill, que dio nombre a una de las rom-com más famosas de todos los tiempos, parecen estar hartos de las hordas de influencers que se congregan fuera de sus propiedades. En respuesta a eso han pasado al ataque y están pintando sus casas de negro para ahuyentar a las multitudes, informa The Standard.

Los londinenses que viven a metros de otra mundialmente famosa calle (Portobello Road, mítica por su aparición en La bruja novata) dicen que tienen que soportar constantemente a los turistas que se hacen fotografías afuera de sus casas, famosas por sus coloridos exteriores brillantes. Residentes de una casa rosa y otra azul han decidido pintar ambas propiedades de negro, un color que, según señalaban, no queda tan bien en Instagram. Otro ha pintado la entrada y la mitad inferior de su propiedad del mismo tono oscuro para disuadir a los que llegan con la idea de fotografiarse.

Miles de personas pasan por las puertas de esas casas cada año, dejando montañas de basura e incluso, según cuentan los residentes, a veces intentan acceder a sus hogares. Como es una calle de colores brillantes a menudo confundida con la localización donde se filmó Notting Hill de Richard Curtis, los vecinos se encuentran a veces con desagradables experiencias, como gente que trepa las barandillas para hacerse fotos.

Miles de personas pasan por las puertas de esas casas cada año, dejando montañas de basura

De hecho, los residentes incluso han enviado una carta que ha recogido el medio de comunicación, donde explicaban: "Está claro que los colores brillantes de las casas son un gran atractivo para las fotografías para sus cuentas de redes sociales. Si bien todos valoramos el encanto de nuestra calle, la consecuencia no deseada ha sido un aumento del turismo disruptivo".

Un vecino que prefirió no revelar su nombre declaró que se trata de un turismo realmente invasivo y excesivo, sin motivo alguno: "No somos un museo". La afluencia de gente comenzó en la época del COVID, cuando debieron aparecer en alguna lista de influencers. "Son como ovejas"; relata el vecino. "Nos siguieron".

"Cada 30 segundos hay un grupo nuevo. No puedes pedirle a la gente que se detenga; estarías ahí todo el día pidiéndoles que no dejen basura o que guarden silencio", sentenció.

Los vecinos de Canarias no son los únicos hartos del turismo y la gentrificación. Los residentes de la mítica Notting Hill, que dio nombre a una de las rom-com más famosas de todos los tiempos, parecen estar hartos de las hordas de influencers que se congregan fuera de sus propiedades. En respuesta a eso han pasado al ataque y están pintando sus casas de negro para ahuyentar a las multitudes, informa The Standard.