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Marisa Flórez, la gran fotógrafa de la Transición: "Solo me autocensuré con el 11-M"

Marisa Flórez, la gran fotógrafa de la Transición: "Solo me autocensuré con el 11-M"

Cuando Marisa Flórez (León, 1948) apuntó con el objetivo, la Transición ocurrió. Estuvo en todos los sitios en los que había que estar mientras trabajaba para El País y si hoy tenemos una imagen de este periodo político y social es en gran parte -junto a otros grandes fotógrafos de la época- porque ella estaba allí. Estaba cuando Susana Estrada se sacó el pecho delante de Enrique Tierno Galván -”he acabado cogiendo cariño a esa foto”-, estaba cuando Suárez se quedó solo entre los sillones del hemiciclo, estaba cuando el Guernica regresó a España, estaba cuando La Pasionaria y Rafael Alberti entraron juntos en las Cortes, estaba cuando las mujeres se manifestaban por el aborto, estaba cuando los políticos de distinto color se reían juntos y hasta se daban toques en los brazos.

Todas estas imágenes se pueden ver a partir de hoy en la exposición Un tiempo para mirar (1970-2020), que reúne un total de 184 obras en diferentes soportes, en la Sala Canal de Isabel II. No es la primera que se hace una gran muestra de su trabajo pero sí, dice, la que ha venido “en un momento ya más sereno, con tiempo para ver el archivo. Me sirve quizá para que se vea un tipo de imágenes en las que, a primera vista, nadie piensa... Es verdad que hay ciertas imágenes por las que me han podido conocer más y que te persiguen siempre y que parece que no has hecho nada más que eso en la vida, pero aquí hay algunas que no se han publicado y que me gustan mucho”. Y nos las ha enseñado. Tanto las míticas como las más inéditas.

PREGUNTA. Comencemos por una imagen mítica: la llegada del Guernica a España con el guardia civil.

RESPUESTA. Es la llegada del último exiliado, el Guernica, y son imágenes desde el aeropuerto de Barajas hasta que llegó al Casón del Buen Retiro recorriendo las calles de Madrid, su instalación, la sensación que había del ambiente en el aeropuerto y la imagen mítica del Guardia Civil custodiando un cuadro en un museo. Dice mucho del país que éramos y el que habíamos sido.

placeholder Marisa Flórez, delante de la foto que hizo de ella Chema Conesa en 1977. Flórez tenía 29 años. (D. G.)
Marisa Flórez, delante de la foto que hizo de ella Chema Conesa en 1977. Flórez tenía 29 años. (D. G.)

P. Después vemos las fotos dedicadas al mundo de la cultura…con la famosa foto del mitin del PCE con Juan Diego, Rosa León, Ana Belén…

R. Aquí tengo una frase de Daniel Canogar que dice que todo arte es potencialmente político, todo arte está en un medio, y ese medio es político, el arte es un hecho que influye en la sociedad. Ese día del mitin caía un agua…Yo las tomé subida a hombros de un compañero. Aquí está Oriana Fallaci cuando fuimos a visitar a los últimos fusilados de Franco. Venía a hacer un reportaje a una de las que al final salvaron porque estaba embarazada de nueve meses. Y le vino a traer dinero de una organización para presos. Y bueno, ya se quedó y estuvimos haciendo ese reportaje de las tumbas donde estaban los fusilados. Era una mujer con carácter, muy interesante. Yo sobre todo era muy joven y para mí estar con ella era… imagínate.

Por aquí está Chavela Vargas en la Residencia de Estudiantes más o menos después de todas sus borracheras. Se rehabilitó y vino y empezó a cantar con Almodóvar… y aquí la tienes… Annie Leibovitz.

P. ¿Esta con Leibovitz le costó mucho?

R. No, no, no. Fue encantadora, encantadora. Vino a una exposición y estuvimos con ella una mañana entera en una especie de estadio. Buscamos un lugar que marcara un fondo.

"Siempre he ido a hacer lo que yo quería hacer. A veces se consigue y a veces no, pero sí que es verdad que yo tenía muy claro lo que quería"

P. Seguimos paseando y vemos a Miguel Bosé y a Charo López -”guapísimos”, dice Flórez-, a Buñuel, a Berlanga y Bardem, a Almodóvar, María Barranco, Carmen Maura y Rosi de Palma en el rodaje de Mujeres del Borde de un ataque de nervios…

R. Yo es que soy muy apasionada del cine. A mi abuela le encantaba e íbamos al cine… Yo tenía cuatro o cinco años. Y fue una forma de educarme, de ver, de mirar.

P. Ha fotografiado a mucha gente de la cultura y también a políticos, a personas poderosas… ¿Cambia el trato?

R. No, no, yo creo que la profesión no diferencia al personaje. Más bien su forma de ser, su forma de comportamiento. Yo he tenido un trato siempre bastante bueno. En líneas generales siempre he procurado mantener distancias. Saber dónde está uno y dónde está el otro. Siempre he ido a hacer lo que yo quería hacer. A veces se consigue y a veces no se consigue, pero sí que es verdad que yo tenía muy claro lo que quería. Porque en un momento dado ellos te decían, oye, pues mira, me gustaría... Pero no, yo cuando voy a hacer algo, me lo preparo, lo intento, luego surge esa foto… tienes la suerte o no. A veces no he podido hacer lo que quería.

P. Y luego pasan desgracias como aquellos carretes que se quedaron en el Congreso durante el golpe de Estado y nunca más se supo. Aquellas fotos hoy en una exposición como esta…

R. Nunca, nunca, nunca. Intenté recuperarlos varias veces. A ver si por medio de la Guardia Civil… Nunca se supo nada. Hubiera sido muy interesante con el paso del tiempo tener todos los carretes de todos los compañeros porque cada uno lo hubiera visto de una manera, hubiera sido tan interesante... Menos mal que ahí estuvieron Manuel Barriopedro y Manuel de León que fueron unos verdaderos leones y las sacaron.

placeholder La mítica imagen de Susana Estrada y Tierno Galván y al fondo de la de la convención de la UCD y Lola Flores. (D. G.)
La mítica imagen de Susana Estrada y Tierno Galván y al fondo de la de la convención de la UCD y Lola Flores. (D. G.)

P. Bajamos una planta y nos encontramos con las cosas que pasaban en aquellos años, como que la mujer también se hiciera Guardia Civil.

R. Sí, la mujer realmente empezó a formar parte de la sociedad en todos los ámbitos. Entonces, me pareció bien juntar estas dos imágenes, que son muy potentes. La de las guardias civiles y la de Maya Plisetskaya con el Ballet de San Petersburgo. Y luego por aquí Antonio López, la madre Teresa, Carmen Díez de Rivera, la musa de Transición, Montserrat Caballé, Cristina Hoyos, la duquesa de Alba con su hija, Lola Herrera…

P. Habla de la Transición. Usted estuvo en todo. En aquellos años, ¿sabían que se estaba en un momento histórico?

R. No, no. Estabas viviendo una época que sabías que era algo nuevo. El comportamiento, las formas de hacer las cosas, la forma hasta de llegar al lector, la forma de hacer política de los políticos. Estaba todo el mundo intentando algo nuevo. Pero a la hora de trabajar no te planteas, estamos haciendo la Transición. Ni mucho menos. Lo que estabas intentando es ‘voy a hacer la mejor foto para que salga mañana en primera’.

"A la hora de trabajar no te planteas, estamos haciendo la Transición. Ni mucho menos. Lo que estabas intentando es ‘voy a hacer la mejor foto'"

P. Aquí pasamos a unos retratos que se salen de los habitual. Personajes muy famosos en momentos… tremendos.

R. Sí, no es el típico retrato de entrevista. Tenemos a Ruiz-Mateos el día que le quitaron Rumasa. Mario Conde el día que salió del banco y se acabo todo. Javier Rupérez el día que ETA lo liberó. Luis Roldán el día que dimitió de la Guardia Civil y luego se fue a los mares del sur. El Barón Thyssen en su casa de la Moraleja. Caro Baroja… La llegada de Arafat. Se tenía que mantener una distancia y había militares. Luego Fidel Castro en el Palacio Real, imagina el contraste…

P. Tenemos las de las manifestaciones. Las del aborto son impresionantes.

R. Sí, aparece Cristina Almeida. Y luego las mujeres, que llegaba la policía, las metían en las furgonetas y a comisaría. Y hay una foto muy curiosa que me gusta mucho y no es muy conocida. Es 1977 y hay dos señores muy mayores en su casa con el puño levantado, pero dentro de su casa. Eso era el miedo. Son unos viejitos, había una manifestación abajo, y estaban deseando ir, pero tenían miedo… Esas personas sí habían visto cosas. Es una foto que no se ha publicado mucho, pero la tengo como algo que representa de verdad cómo se vivía durante una época aquí... Es dura.

P. Llegamos a las fotos de las cárceles. Las de Carabanchel y la de Yeserías para mujeres.

R. Fíjate qué falta de intimidad, qué nada. Era terrible. Las que tenían bebés podían tener su habitación sola y había un poco más de dignidad, pero despues… En Carabanchel me encontré con que una de las galerías la habían quemado completamente. Me acerqué a la puerta y en ese momento vi una cara que me miraba. Fui hacia atrás y vi esa cara de alguien realmente con desesperación, pero a la vez como preguntando, ¿qué quieres? Y dije, bueno, ahí está la foto… Y después no he querido poner mucho de sangre, pero aquí está la del atentado de Sáenz de Ynestrillas…

P. Es dura esta foto. Como editora gráfica ha tenido que trabajar con muchas fotos, ver muchas fotos. ¿Cuál es el límite de lo publicable y lo que no lo es?

R. Respetar la dignidad de las personas es fundamental. Que eso no significa que una guerra no sea una guerra. Pero el respeto sobre todo a la dignidad de la persona y sobre todo porque esa gente tiene familia. Eso nos pasó, por ejemplo, con el 11-M. Cogió a todo el mundo desprevenido y yo ahí, por mi parte y con permiso del director, me apliqué cierta autocensura porque había fotos impublicables. Nos pasaron muchas fotografías de lo que ocurrió dentro de los trenes y realmente no se podía. No aportaban nada. Era morbo.

P. Llegamos a la parte de la vida parlamentaria que se abre con la Pasionaria y Rafael Alberti… Es muy imponente.

R. Ellos imponen porque eran dos personajes que realmente imponían. Pero es que fíjate la luz. Es que sus propios compañeros los miraban como diciendo... '¿Qué es esto? Mira quién baja por aquí'. Este era el primer día de cortes democráticas. Y estos dos señores hasta hacía muy poquito… eran los perdedores. Muchos estaban alucinados. Pero es que también entonces empezó una relación de tolerancia, diálogo..

placeholder Flórez pasea delante de algunas de sus fotos como la de Lady Di y Cristina de Borbón, la reina Sofía con sus perros o Sofía Loren. (D. G.)
Flórez pasea delante de algunas de sus fotos como la de Lady Di y Cristina de Borbón, la reina Sofía con sus perros o Sofía Loren. (D. G.)

P. Ahora no lo parece.

R. Son distintas épocas, pero sí que es verdad que yo creo que ahí sí hubo un momento en el que la clase política se comportó.

P. Vemos a Suárez y González cómo se encienden un cigarrillo el uno al otro… Esa naturalidad en las imágenes también se echa en falta. Ahora están todas calculadísimas.

R. Sí, sí, eso ha cambiado mucho. Ahora me cuentan que en muchas cosas es bastante complicado trabajar. Y esa foto pues, de momento, ya no es políticamente correcto fumar así que no sé si se podría publicar.

P. Vemos la famosa foto de Suárez solo en el Congreso y otras muchas más de la vida parlamentaria de aquellos años de la Transición. ¿Pocas mujeres, eh?

R. Muy pocas. Éramos muy pocas en todos los sitios. Sentadas, de pie y trabajando. Muy pocas, sí.

"Respetar la dignidad de las personas es fundamental, es el límite para publicar una foto"

P. Son duras también las de los abogados de Atocha. Aquella fue una noche muy tremenda, según te he leído en alguna ocasión.

R. Fue quizá de las noches que yo he pasado cierto miedo trabajando. Aquella noche se hablaba de que podía haber por ahí gente buscando… . Era un ambiente duro. Acaban de matar 8 personas.

P. Tiene las fotos de los presidentes... ¿Cómo era Adolfo Suárez a la hora de ser retratado?

R. Como lo ves. Educado, echado para adelante... [paramos delante de una foto con Felipe González cogiéndole el brazo a Calvo Sotelo y riéndose]. Mira, ¿tú ves ahora a Feijoó cogiéndole del brazo a Pedro riéndose? A mí lo que no me ha gustado nunca es la oficialidad. Me gusta ir más allá, intentar dar una imagen más íntima, más personal...

P. ¿Cómo era Felipe con las fotos?

R. No le gustaban demasiado.

P. ¿Y Aznar?

R. Bien, bien.

placeholder Foto: D. G.
Foto: D. G.

P. También tiene las de Zapatero y Rajoy.

R. Sí, esta de Zapatero la hice en 2008, cuando todo se vino abajo, la crisis terrible, y estaba esperando yo en el despacho para una entrevista, cuando pasó por encima de esa grieta en la acera y dije, ahí está la foto. Fue un poco esa foto psicológica que te sale a veces.... Y luego con Rajoy también bien.

P. Bajamos a la última planta o la primera según se empiece la exposición. La que abre es muy misteriosa. ¿Qué estaban escuchando todos ahí?

R. Esto era en el Hotel Convención. Era una reunión de la UCD. Era un momento en que Suárez lo estaba pasando mal. Había una guerra interna. Y los periodistas, como no podían entrar, pues estaban en las rajitas de la puerta a ver si conseguían escuchar algo. Y yo, entraba por la puerta y pensé, aquí no me como una rosca. Pero de pronto los veo todos así. Y dije, me quedó aquí porque esa es la foto.

P. Le hizo retratos a un torero como José Tomás que no parecía un torero.

R. Sí, no quería la típica corrida. A José Tomás le conoce a todo el mundo vestido de torero. Busqué hacer otra cosa. [Nos acercamos a una de Cayetano Rivera Ordoñez] Esto es en el patio de cuadrillas. Y antes de salir, coge la montera, se la va colocando, cierra los ojos y al final lo que está viendo delante es al ruedo. Es como si dijera, bueno, llegó la hora de la verdad.

"Es 1977 y hay dos señores muy mayores en su casa con el puño levantado, pero dentro de su casa. Eso era el miedo"

P. Y nos encontramos con la foto de Lola Flores.

R. Esta es la foto de la pesetilla. La de, españoles, si me dan todos una pesetilla saldo la deuda [con Hacienda]-

P. ¿Y este beso de José Coronado a Isabel Pantoja?

R. Esta foto yo no la he publicado nunca. No por nada sino porque no ha surgido. La hice, pero luego no... Esto no era del rodaje. Ahí hubo algo. Luego ellos lo dijeron. Hubo un affaire.

"¿Tú ves ahora una foto de Feijoó cogiéndole del brazo a Pedro riéndose?"

P. Y avanzamos y vemos a los grises en la Gran Vía mirando a unos manifestantes jóvenes. Ya en democracia.

R. Y no sabían si darles o quedarse como estaban. Estaban en democracia, pero decían ¿qué hago con ellos? En otro momento les hubieran dado con la porra. Y luego los jóvenes [están sentados en un banco hojeando periódicos] hoy día estos estarían con un móvil. Son fotos un poco documentales también.

P. Para terminar, ¿qué va a pasar con las fotos y la IA? ¿Y nuestra capacidad para saber diferenciar entre foto real y falsa?

R. Yo creo que para una buena imagen siempre tiene que haber alguien detrás de una cámara. Con la inteligencia artificial se conseguirán cosas fantásticas, fabulosas. Pero yo creo que todavía la inteligencia... [y se señala la cabeza]. La prueba es que hay gente que consigue unas imágenes, hace unas fotos, hace unos reportajes que realmente son dignos del mayor respeto. Pero sí, la forma de trabajar cada vez se está poniendo más difícil.

El Confidencial

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