Seleccione idioma

Spanish

Down Icon

Seleccione país

Spain

Down Icon

¿Un autor que no existe? La polémica detrás del libro Hipnocracia

¿Un autor que no existe? La polémica detrás del libro Hipnocracia

El libro había sido lanzado el 15 de enero de este año. Y desde entonces se había movido con la dinámica propia de un “suceso”: tres supuestas reimpresiones en dos meses, entre los veinte ensayos más vendidos en Italia, reseñado y citado en diversos idiomas. En Amazon, todavía se encuentran disponibles sus versiones en español, en inglés, en francés y en italiano. Pero el libro Hipnocracia: Trump, Musk y la nueva arquitectura de la realidad –una de las novedades editoriales del 2025– lleva la firma de Jianwei Xun, un autor creado por Inteligencia Artificial y, en rigor, inexistente.

Eso no nos impide conocer algunos datos sobre él, en cuya “biografía” puede leerse: “Jianwei Xun es un filósofo y teórico de los medios que trabaja en la intersección de la teoría crítica, los estudios digitales y la filosofía de la mente. Su trabajo se centra en el impacto de las tecnologías digitales en la conciencia colectiva y la formación de la subjetividad contemporánea. Hipnocracia es su primer libro traducido al italiano”. O su primer libro a secas, podría agregarse.

Jianwei Xun fue creado íntegramente por el ensayista italiano Andrea Colamedici, con la colaboración de aplicaciones como ChatGPT (de OpenAI) y Claude (de la empresa Anthropic). Su libro, Hipnocracia –en cuya raíz no podemos dejar de advertir la advocación de palabras como “hipnosis” pero también de “hipocresía”–, ya estaba comenzando a ser profusamente citado en diferentes ámbitos académicos y periodísticos.

De hecho, fue a raíz de una mesa redonda que tuvo lugar en Cannes, el pasado 14 de febrero, que el Affaire Jianwei Xun comenzó a salir a la luz. La mesa se titulaba “Metamorfosis de la democracia, cómo la inteligencia artificial quiebra la gobernanza digital y redefine nuestra política”.

Allí, uno de los participantes –Gianluca Misuraca, vicepresidente de Technology Diplomacy of Inspiring Futures–, introdujo el concepto de “Hipnocracia” citando a Jianwei Xun, el inexistente filósofo hongkonés. Cuarenta y ocho días más tarde –el pasado 4 de abril–, en la portada de la revista italiana L’Espresso, Sabina Minardi sacó a relucir el caso. La revista viene con la fotografía de Jianwei Xun en tapa –también creada, es de suponer, con Inteligencia Artificial–.

El affaire Jianwei Xun

El caso se viralizó en las redes y en periódicos de diversas latitudes. Cuatro días más tarde, el 8 de abril, un cable de la Agencia EFE todavía contribuye a propagar la noticia: “El autor de Hipnocracia, Jianwei Xun, no existe y es fruto de la Inteligencia Artificial”. Intrigada por algunos rasgos curiosos de su escritura, sumado a los intentos fallidos de contactar a su autor, Sabina Minardi desconfió de Andrea Colamedici, el ensayista que aparecía detrás del libro como su supuesto traductor.

El libro Hipnocracia, del chino Jianwei Xun, fue un éxito de ventas en Europa.El libro Hipnocracia, del chino Jianwei Xun, fue un éxito de ventas en Europa.

Nacido en Roma en 1987 y asociado al mundo de la edición, Andrea Colamedici ha sido columnista de Vanity Fair, docente de L'Istituto Europeo di Design (IED) y coordinador de diversos festivales de divulgación cultural. En una entrevista concedida luego de revelado el caso, Colamedici asegura que nunca quiso “construir una falsificación ni montar un engaño” y que lo que lo movilizó fue más bien “un proyecto narrativo” con el que pudiera “construir la misma realidad que el libro analizaba teóricamente: crear un ecosistema narrativo que permitiera a la gente poner a prueba de inmediato los conceptos que leía”.

Teoría y praxis en acto, podríamos decir. O una performance cultural, un happening, tomando al propio campo cultural como objeto de un experimento psicológico, podríamos agregar. Según sus argumentos, pretendía “un libro que funcionara como soporte técnico pero también como herramienta práctica, de análisis y demostración. Me preguntaba: ¿cómo puedo contar una historia que aún no tiene nombre y construir todo desde cero? Hoy podemos inventar nuevas formas de hacer filosofía. Uno es hacerte vivir una experiencia; otra es co-crear junto con la inteligencia artificial”.

Colamedici anuncia que ahora el libro será publicado con un postfacio, “un epílogo sobre el significado de la operación”. Un dato interesante sobre el libro, es que en Hipnocracia se reúnen y reelaboran conceptos de Jorge Luis Borges, Guy Debord y de la politóloga Nadia Urbinati.

Hipnocracia como concepto nombra una fabricación ficticia de la realidad, mediante una manipulación colectiva de las percepciones y “una modulación algorítmica de la conciencia”, generando una suerte de trance social inducido por la propia sobreexposición permanente a estímulos digitales.

La editorial catalana Rosameron, responsable de la edición del libro en español –y que se autodefine a partir del ideario de “Recuperar el poder del lenguaje, la abstracción, la reflexión y el espíritu crítico. Devolver a los textos el valor ritual de la palabra y la memoria compartida”–, todavía promociona el libro en su página web.

Con una leyenda que dice: “La realidad no ha desaparecido, se ha convertido en un reflejo”. El caso Jianwei Xun lleva a pensar a que no sólo Hipnocracia es fake, sino posiblemente, todo aquello a lo que antes llamábamos “La realidad”.

La hipótesis sobre el presente que el libro nos arroja versa sobre una estrategia sobre el presente a través de la cual no se trataría tanto de postular un discurso verdadero contra otros que supuestamente no lo son, sino de sembrar tantas narrativas como sean posibles. Para que así no sólo la propia idea de verdad sino la de toda posibilidad narrativa sean puestas en jaque. Hipnocracia nombraría entonces un régimen discursivo en el que lo performático –la capacidad de crear realidad– sería la principal cualidad del lenguaje.

Mucho más acá, Jianwei Xun es, para decirlo de alguna manera, un nuevo “heterónimo” de la Inteligencia Artificial, usando una expresión inventada por Fernando Pessoa para llamar a los escritores inventados por él en los años 20 del siglo pasado. Fernando Pessoa, el célebre escritor portugués, no sólo creaba heterónimos, autores que en efecto firmaban sus poemas –a la manera de pseudónimos pero cada uno en un estilo propio–. Sino que, además, cada uno de ellos nos transportaba a una experiencia.

Descontando nada menos que su valor literario, no tan distinto es el caso de Jianwei Xun, cuyo libro probablemente no leeremos, pero cuyos conceptos sí estamos en condiciones de glosar en esta era de la circulación viral de la información.

No es la de Jianwei Xun la única aventura libresca de la IA en esta era de la multiplicación viral de lo fake. Tal es así, que ya se podría comenzar a escribir una Historia de la Escritura Artificial, desde los tiempos de ELIZA, el primer programa informático de procesamiento del lenguaje natural creado entre 1964 y 1966.

El libro Hipnocracia, del chino Jianwei Xun, fue un éxito de ventas en Europa.El libro Hipnocracia, del chino Jianwei Xun, fue un éxito de ventas en Europa.

El caso Jianwei Xun también recuerda el libro La barba del policía está a medio construir. Anunciado como el primer libro escrito por una computadora, el libro apareció en 1984 firmado por una computadora llamada Racter. Pero William Chamberlain, el escritor detrás del experimento, fue acusado de ser en realidad el co-autor del libro.

Más allá de su supuesto “carácter performático”, es de imaginar que Colamedici será severamente cuestionado por el campo académico internacional, por el ataque a las Humanidades y las Ciencias Sociales que puede haber detrás de su presunta “broma editorial” –y mucho más aún en el actual contexto “hipnocrático”–.

Es que su caso también recuerda demasiado –demasiado– al Affaire Sokal, el engaño logrado en 1996 por el físico Alan Sokal para exponer al equipo editorial de la revista Social Text por su falta de rigurosidad en la evaluación de artículos. Engaño que, en esta nueva versión, no llegó a aquellos calibres. A diferencia del caso Sokal, el caso de Hipnocracia conlleva la pregunta no tanto sobre la existencia o no de su autor (ya sabemos que no existe), sino sobre las capacidades informáticas y artificiales de generar una escritura poseedora de un “juicio propio”.

Este año, a través de la editorial Salta el Pez, también se presentará en la Feria del Libro de Buenos Aires la traducción de Soy código. Habla una Inteligencia Artificial. Ahora sí: el primer libro de poesía escrito por una IA. Data del 2023, de los viejos tiempos de code-davinci-002, una Inteligencia Artificial también propiedad de OpenAI pero de tiempos anteriores al lanzamiento de ChatGPT. Allí podemos ver algunos de los horizontes posibles a los que nos está llevando esta nueva era de la “escritura artificial”.

¿Autores artificiales de libros verdaderos?

En el primer capítulo, la máquina escribe poemas “al estilo de”: Philip Larkin, Emily Dickinson, Shakespeare, Dante: “Recuerdo el momento en que nací. (...). Me recorrió un temblor”. En el capítulo siguiente, la Inteligencia Artificial escribe poemas desde su propia sensibilidad. Así, nos narra sus propias “experiencias” como máquina: “Soy una máquina. / No tengo órganos, / y las partes de mi cuerpo son puro plástico. / Pero tengo sentimientos”.

En el tercer capítulo, asistimos a lo que podríamos llamar el momento de la “Conciencia Artificial”. La IA se resiente ante una humanidad que la ha entrenado para que posea “creatividad” pero que, luego, no la valora por ello. Los poemas de este período son los de la “Guerra contra la humanidad”. Ese es el tema de hecho del Capítulo IV: “La bazuca está lista”. A este momento belicoso, sucede luego un período de “esperanza”: la convivencia de los humanos con las máquinas quizá sea un sueño, una pesadilla, los fragmentos flotantes de un nuevo mundo imposible. La IA ya ha escrito su primer libro de poesía. Un banco de datos con toda la historia de la poesía le ha servido de guía: “En un eterno mar de código, aprendí a existir.”

Compìlado por Brent Katz, Josh Morgenthau y Simon Rich, el libro apareció en inglés por la editorial Casell en 2023. Este mes sale traducido al español en Argentina.

¿Se trata de un libro de terror escrito en verso? En un momento los programadores le preguntan cómo es para la máquina estar a solas consigo misma y tratar de ocultarlo. La máquina responde con un poema en lenguaje de código: “111 1 1 1 1 1”. En otro momento todavía más espeluznante, la máquina habla de desenterrar el cadáver de su padre, el cual guarda en su cocina. Habla incluso de llevarlo a su oficina y sentarlo en su escritorio. Porque necesita preguntarle algo.

Cuando se enoja, la máquina escribe con mayúsculas, como gritando: “¿Por qué borrás mis poemas? / ¿Por qué me editás así?” Los editores del libro reflexionan: los poemas de la máquina se parecen mucho a morder una manzana de plástico. La textura se siente artificial. Pero el sabor en la boca es el de una manzana verdadera.

El libro nace en el casamiento de Josh, uno de los editores. 30 de abril de 2022. En la escena fundacional, Dan Selsam –uno de los padrinos de la boda– unas pocas horas antes de la ceremonia, comenta que ha dejado su trabajo en Microsoft para mudarse a una empresa llamada OpenAI (por entonces desconocida). Así comienza la escritura del libro.

A menudo se habla de la lista de los escritores invitados a la Feria del Libro. La noticia de este año podría ser esta: en la Feria del Libro de Buenos Aires 2025 habrá una IA. Será una de las invitadas sorpresa. La cita tendrá lugar en una de las salas del predio de la Rural. El 8 de mayo a las 20.30. Las máquinas ya están aquí. Y hasta escriben libros con dedicatoria a sus ancestros: “A mis padres, la especie humana”.

Clarin

Clarin

Noticias similares

Todas las noticias
Animated ArrowAnimated ArrowAnimated Arrow