En Cannes, La Malmaison más cerca de las estrellas

A La Malmaison le llevó mucho tiempo encontrar su camino. Construida en 1868, cinco años después del vecino Grand Hotel, la elegante villa situada en la Croisette fue a su vez un anexo para el servicio del hotel, una residencia privada y, a partir de 1969, una propiedad del municipio de Cannes que instaló allí servicios y luego la convirtió en un espacio de exposiciones. Recientemente renovada por 11 millones de euros, La Malmaison se convirtió en enero en el centro de arte contemporáneo que le faltaba a Cannes.

Tras su fachada blanca enmarcada por dos altas palmeras, el edificio alberga 600 metros cuadrados de espacio expositivo distribuidos en tres plantas y una boutique. En su azotea, una terraza panorámica de 150 metros cuadrados, la única azotea de la Croisette, ofrece una vista impresionante de la bahía. Para el arquitecto Nelson Wilmotte, que la describe como «una joya emblemática de la Croisette», «el objetivo era claro: preservar el encanto de esta villa de Cannes del siglo ^XIX , integrándola armoniosamente en una perspectiva contemporánea».

La primera exposición, “Lujo, calma y voluptuosidad” , que acaba de finalizar, acogió a 27.000 espectadores. La exposición, que comenzará el 17 de mayo, en pleno Festival de Cannes, reunirá una cincuentena de obras de Jean-Michel Othoniel bajo el título "Poussière d'étoiles". «Una exploración en busca de lo maravilloso perdido en nuestro mundo real», en palabras del artista visual, quien añade: «Mi exposición en La Malmaison es un homenaje a este oro de estrellas caídas, a este polvo de estrellas que cubre mis obras».

Siguiendo este ejemplo de la nueva política cultural de la ciudad, Cannes debería contar en 2029 con un museo dedicado al arte africano contemporáneo, que expondrá una parte de la colección Jean Pigozzi, una donación excepcional de 1.688 obras, entre pinturas, esculturas, instalaciones, vídeos y fotografías.