'La Dolce Vita' en el aire. Reunión de paracaidistas.

El cielo sobre Fano estaba nublado ayer, pero el entusiasmo en tierra ya era inmenso. La tercera edición de La Dolce Vita, el gran evento europeo de paracaidismo que se celebra hasta el 22 de junio en el aeropuerto Enzo y Walter Omiccioli, ha comenzado oficialmente, aunque el primer día se vio literalmente "devorado" por el mal tiempo. Unos 150 paracaidistas de toda Europa han llegado a la ciudad: alemanes, holandeses, eslovacos, ucranianos, franceses, ingleses e incluso algunos de Singapur. "Los vimos llegar hace dos días, con sus familias, equipo, entusiasmo y ganas de volar", comenta Daniele Fraternali, uno de los organizadores. El evento, organizado en colaboración con Turbolenza Skydive Fano y dirigido sobre el terreno por Roberto Mascio, atrae cada año a paracaidistas profesionales de todo el continente. Dos aviones en vuelo continuo permitirán saltos espectaculares en formación, incluso con grupos de 40 a 45 paracaidistas a la vez, dando vida a coreografías impresionantes, visibles a simple vista desde toda la ciudad. «No se trata de récords mundiales, sino de actuaciones que buscan la diversión, el espectáculo y compartir», especifica Mascio. Por lo tanto, no se trata de competición, sino de puro espíritu de equipo y pasión por el vuelo en caída libre, con videastas profesionales documentando cada momento. Los saltos, si el tiempo lo permite, se reanudarán hoy, desde las 9 de la mañana hasta el atardecer, y continuarán mañana de la misma manera. «Es un espectáculo al que cualquiera puede venir a ver», explica Mascio, «porque las velas de colores también se pueden ver desde el centro histórico».

«La dolce vita» se ha convertido en un evento habitual del verano de Fano. Nacida como un evento itinerante por todo el mundo, durante tres años ha encontrado su hogar en Fano, donde el paisaje, la logística y la hospitalidad parecen hechos a medida. Además del espectáculo en el cielo, «La dolce vita» también representa una oportunidad económica y turística para la zona. «Con eventos como este —añade Fraternali—, llenamos campings, hoteles y B&B. Es una excelente manera de contar la historia de Fano al mundo, desde una perspectiva diferente: la que se disfruta a mil metros sobre el nivel del mar». Parece que el sol está a punto de asomar. Y cuando lo haga, Fano volverá a volar.

Tiziana Petrelli