Marco Antonio y Cleopatra (★★★★✩), exotismo galante

Marc’Antonio e Cleopatra (★★★★✩)Intérpretes: E. Baráth, soprano. A. Bonitatibus, mezzo. Vespres d’Arnadí. Dani Espasa, clave y dir.mus.Lugar y fecha: Auditori Espai Ter (17/08/25). 45ª ed. Festival de Torroella de Montgrí
Preciosismo de estilo galante, ese período a medio caballo del barroco y el clasicismo que encumbró a compositores como Hasse, con dos voces excepcionales y un conjunto instrumental de eximia elegancia, hicieron de este Marc’Antonio e Cleopatra un sueño sonoro difícil de olvidar.
El compositor alemán Adolf Hasse (1699-1783), ha quedado eclipsado históricamente -pese a su grandeza compositiva- en medio de dos tótems como Händel y Mozart. Tenor en sus inicios operísticos tuvo el privilegio de ser uno de los músicos mejor pagados de su época, casado con la gran diva Faustina Bordoni, su biografía es digna de película.
El Festival de Torroella ha sacado a relucir en su generosa programación de esta edición, esta Serenata a dos voces con orquesta de cuerdas y bajo continuo. Un magnífico ejemplo de la perfección de su creador y de un estilo, el galante, que necesita de unos artistas consumados para defender su hermosa idiosincrasia musical.
Así fue con la soprano húngara Emöke Baráth, debut en Torroella, como hedónica Cleopatra, y con la mezzo italiana Anna Bonitati-bus, como elegante Marco Antonio, quien volvía a Torroella 31 años después de ser la ganadora de la Iª edición del Concurso Jaume Aragall, en aquel entonces parte de la programación del Festival.
El conjunto instrumental Vespres D’Arnadí volvió a demostrar, por si todavía alguien lo duda, que es una formación de una calidad indiscutible al nivel de las mejores formaciones especialistas en música antigua europeas, esto es decir top mundiales.
La flexibilidad de sus violines, con la carismática Farran Sylvan James al frente o la siempre expresiva aportación de Oriol Aymat desde los chelos, dos puntales de la formación, se suman a la vibrante y estilosa dirección musical de Dani Espasa desde el clave.
Un frondoso acompañamiento orquestal que meció esta Serenata, diálogo entre los amantes Cleopatra y Marco Antonio a las puertas de su muerte, ambos por suicidio.
La húngara Baráth fue una Reina de Egipto de un virtuosismo radiante. Este papel, que debutó en su día el mítico Farinelli, y que combina exigencia musical, expresión y estilo en ocho arias y dos dúos, mostró la majestad de la soprano. Firmó un aria final Quel Cándido armellino, compendio de sus mejores virtudes: agudos brillantes, incisiva coloratura y un metal vocal de inusitado fulgor.
Anna Bonitatibus empastó de manera orgánica y equilibrada con su timbre meloso y característico vibrato, en una clase magistral de fraseo, reguladores y acentos expresivos.
Una fiesta galante donde se hizo justicia a un compositor que me-rece ser más programado y reivindicado. Bravi!
lavanguardia