'Inmaduros' en el Teatro Nacional: la comedia que cuestiona la vida, el amor y la inmadurez masculina después de los 40 llega a las tablas

Matías (Rodrigo Candamil) es un publicista exitoso que ha creado su propio refugio: una casa inteligente que le habla, le aconseja y se ha convertido en una compañía incondicional. Palillo es un psicólogo infantil que está en una crisis por su divorcio y que ha puesto final a un matrimonio de 18 años. Ambos personajes se encontrarán en Inmaduros, la comedia de Teatro Nacional que se presentará en la sede de La Castellana hasta diciembre.

Aunque los dos se conocen desde el colegio, vivirán nuevas experiencias, intentarán sanar heridas ocasionadas por el amor y pasarán de los 40 años a los 20, mientras beben mucho licor y se divierten con sus "amigas" favoritas.

La obra hace que el público se cuestione: ¿cuándo maduran los hombres?, a la par que muestra todo lo que se esconde tras actitudes infantiles. "La inmadurez incluye miedo a sentir, a afrontar… Nosotros los hombres solemos creer que vamos dominando esas cosas, pero nos cuesta mucho. Las mujeres, en cambio, tienen más capacidad de asentarse, de ser ecuánimes. En el caso de Palillo, hay una situación curiosa: empieza a preocuparse porque su mujer ya no le parece provocativa, y con el paso de los años eso se vuelve más grave", cuenta Fernando Arévalo, director de la obra a EL TIEMPO.

"Allí aparece otro temor, el de envejecer, que también afecta a los hombres aunque no siempre lo admitamos. A todos nos da miedo envejecer, pero hay que afrontarlo y asimilarlo como un proceso natural de la vida, así como lo fue la juventud", agrega quien adaptó el guion al contexto nacional y como resultado provoca carcajadas por cerca de dos horas, que es lo que dura la trama.

Originalmente, la historia es de los dramaturgos españoles Juan Vera y Daniel Cúparo. Pero, esta versión hecha 'a la colombiana' agrega tantos detalles que hacen creer a los espectadores que las situaciones salieron de la mente de Arévalo.

"Siempre que hago un trabajo de adaptación, no es solo cambiar modismos o jergas, sino adaptarla realmente a la idiosincrasia colombiana. En esta obra hubo que mover bastantes cosas. Fue hecha con mucha precisión, casi como una cirugía. La trabajé junto a mi hijo Federico por tres meses, pero por fortuna el resultado ha sido muy satisfactorio: el público está respondiendo y estamos felices con eso", dice Arévalo.

Como resultado de esto, nace una asistente de inteligencia artificial, que le da un toque aún más cómico a las situaciones que se viven dentro de la casa de Matías, que es un apartamento automatizado y moderno, en donde transcurre toda la trama. Según Arévalo, en el guion español, esta IA es apenas un bosquejo, pero para esta ocasión, se desarrolló como un personaje más. "Aunque sea una voz en off, el público termina queriéndolo mucho. Lo interpreta María Alejandra Segura, una actriz con gran experiencia en doblaje y voz", añade.

Con unas actuaciones impecables, Candamil y Zea, quienes están sobre las tablas todo el tiempo, se presentan junto a Jennifer Leibovici, Paula Estrada, Andrea Guzmán y Carolina Sabino, para interpretar lo difícil que es superar rupturas amorosas y conocer a alguien más, sobre todo después de los 30 años. Lograr una producción de este calibre le tomó al equipo cerca de dos meses de montaje.

Esta obra cuestiona las diferentes maneras de amar y comprometerse en la actualidad, a través de experiencias que reflejan la fragilidad y la fuerza del ser humano. Asimismo, explora temas como la amistad, el amor, la inmadurez y la búsqueda de la felicidad en la mediana edad, mostrando cómo las relaciones, a pesar de las diferencias, pueden ser una fuente de aprendizaje y crecimiento.

María Jimena Delgado Díaz