¿A qué precio la comodidad digital? Actrices de Black Mirror analizan la nueva temporada

Tras aparecer en las pantallas por primera vez en el año 2011, la serie británica Black Mirror regresó tan oscura como siempre con una séptima temporada que, lejos de agotar su fórmula, reafirma su lugar como un referente clave en la crítica audiovisual al impacto de la tecnología en la vida humana. Disponible en Netflix, los nuevos seis episodios muestran una evolución en el enfoque de la serie: ya no solo advierten sobre los peligros del avance digital desmedido, sino que también abren espacio a emociones humanas como la nostalgia, la ternura y, en ocasiones, la esperanza.
Aunque Black Mirror conserva su estructura antológica, ya que cada capítulo es independiente, y esta temporada introduce referencias cruzadas que apuntan a un universo narrativo compartido. Reaparecen motivos visuales y temáticos del filme interactivo Bandersnatch, así como personajes y escenarios de entregas anteriores, como en la esperada secuela de USS Callister.
Durante años, muchos seguidores de Black Mirror han especulado sobre una posible conexión entre los episodios. La séptima temporada no solo alimenta esta teoría, sino que la convierte en una estrategia narrativa más clara. Todos los capítulos comparten guiños visuales y temáticos con Bandersnatch, y dos de ellos son directamente secuelas de otras temporadas.

Tracee Ellis Ross en el episodio 'Common People' de la temporada 7. Foto:Robert Falconer/Netflix
Pero más allá de las conexiones, Black Mirror sigue siendo una serie sobre el presente. Aunque ambientada en futuros posibles, su verdadero interés está en los dilemas del hoy: el poder de los algoritmos, la pérdida de privacidad, la medicalización del bienestar y la fragilidad emocional en entornos digitales.
La nueva temporada sugiere que, incluso en un mundo saturado de inteligencia artificial y automatización, las emociones humanas como el amor, el duelo y la empatía no desaparecen. Se transforman, resisten o sobreviven. Y en eso, Black Mirror sigue cumpliendo su promesa de sostenernos un espejo oscuro, pero revelador.
Tras su estreno las actrices Rashida Jones y Tracee Ellis Ross hablaron con El Tiempo sobre su participación en esta temporada, su relación con la tecnología y el precio de la comodidad sobre el episodio Common People, el primero de la séptima temporada.
¿Cuál fue su reacción al leer un guion tan surrealista sobre personas convertidas en anuncios ambulantes?Rashida Jones: Me reí porque, bueno, ¡soy un comercial andante! Estoy familiarizada con Black Mirror y sabía que sería oscuro, pero me sorprendió lo mucho que me involucré emocionalmente con los personajes. Terminé bastante decepcionada —en el buen sentido— por lo que les ocurre. Fue un sentimiento muy personal.
Tracee Ellis Ross: Estoy de acuerdo. Sentí que este episodio nos llevaba de vuelta a la esencia de Black Mirror, como si fuera de la primera temporada. Tiene esa sensación inquietante de estar demasiado cerca de nuestra realidad, donde te importa mucho lo que le pasa a los personajes. Y bueno, esa es la esencia del programa.
Rashida, usted ya había trabajado en Black Mirror como guionista en “Nosedive”. ¿Cómo fue regresar, pero esta vez como actriz?Fue increíble. Siempre quise actuar en Black Mirror desde que vi la serie por primera vez. Haberla escrito con Charlie Brooker y Mike Schur fue genial, pero llegar ahora y formar parte del mundo como actriz... fue un sueño cumplido. De verdad.
¿Cómo trabajaron con los directores Ally Pankiw y Charlie Brooker para encontrar el tono adecuado de sus personajes?Tracee: Ally hizo un trabajo hermoso encontrando ese punto intermedio entre lo comercial y lo emocional. En el episodio, mi personaje Gaynor va intensificándose poco a poco, y eso fue algo que hablamos mucho. Para mí, se trataba de mostrar su humanidad, porque, aunque se vuelve representante del sistema, al principio es una víctima más.
Rashida: Black Mirror depende totalmente de su tono. Charlie siempre está muy atento a eso, pero Ally aportó una gran naturalidad. Los detalles, como la ropa o el diseño del hogar, daban la sensación de que veías a una pareja real. Eso hacía más impactante el giro tecnológico. Jugamos mucho con ese equilibrio: ni demasiado oscuro ni demasiado ligero. Y el humor también ayudó, porque, como dice Tracee, el humor y el drama tienen la misma base: decir la verdad.
Tracee, su personaje es a la vez empleada y clienta del sistema. ¿Cómo abordó esa dualidad?Tracee: No tuve que inventar nada, todo estaba en el guion. Eso me permitió interpretar a Gaynor no como una villana, sino como alguien atrapada en el mismo sistema que promueve. Esa contradicción le dio humanidad y profundidad al personaje.
¿Cómo fue trabajar con Chris O’Dowd? ¿Cómo desarrollaron la dinámica con él?Rashida: Chris me sorprendió, y eso que lo conozco desde hace años. Hemos trabajado juntos antes, pero más en cosas de improvisación. Aquí, su intensidad emocional y su vulnerabilidad me impresionaron. Me hizo sentir realmente amada por su personaje, y cuando eso cambió en la historia, me dolió. Lo viví como real.
Tracee: Totalmente. Yo interactué con él desde otro rol, pero es muy expresivo y auténtico. Su rostro refleja todo, y eso hacía muy fácil conectar. Había momentos en los que pensaba: “¿Está bien de verdad?” Tiene un gran manejo de sus emociones.
¿Hubo algún momento durante el rodaje que las hiciera repensar su relación con la tecnología?Rashida: ¡Todo el tiempo! Cuestiono mi relación con la tecnología constantemente.
Tracee: Sí, aunque más entre tomas que por el guion en sí. Por ejemplo, suelo borrar las redes sociales de mi celular cuando noto que empiezo a despertar y lo primero que hago es deslizar la pantalla.
Rashida: Hay estudios que dicen que la primera hora del día define tus niveles de dopamina. Entonces, lo que consumas en ese tiempo impacta tu estado mental. Y aunque no siempre lo aplico, lo tengo presente.

El ganador del Óscar Paul Giamatti. Foto:Robert Falconer/Netflix
Rashida: Nos entregamos a lo digital muy fácilmente porque es conveniente. Pero hay que preguntarse a qué precio. Cosas como pagar con un solo clic, aceptar términos sin leer… todo para que algo llegue en horas. Es tentador, pero ¿qué estamos perdiendo?
Tracee: Exacto. Lo pienso hasta con los audífonos inalámbricos. Antes, estar atada a un cable o usar un teléfono fijo te obligaba a prestar atención. Ahora haces tres cosas a la vez y ni recuerdas de qué hablaste. Y aun así lo seguimos haciendo.
Rashida: También está el fenómeno del “observador alterno”, donde ves una serie mientras usas el teléfono. Ya es parte de cómo se mide el éxito de un contenido. Me parece oscuro que eso sea parte del algoritmo, pero es la realidad. Es como cuando antes cocinabas con la tele de fondo, pero ahora con el celular en la mano. La diferencia es que ahora, al parecer, se espera que lo hagamos así.
Los capítulos de la séptima temporadaA continuación, un repaso por los seis nuevos episodios de Black Mirror que marcan el retorno de una serie que, incluso en sus momentos más sombríos, nunca ha dejado de provocar reflexión.
“Common People”Con Rashida Jones, Chris O’Dowd y Tracee Ellis Ross
La temporada abre con una historia que mezcla ciencia ficción con una crítica directa al sistema de salud privatizado. Una mujer entra en coma tras ser diagnosticada con un tumor cerebral; su esposo es abordado por una empresa de tecnología médica que le ofrece una “solución”: subir la conciencia de su esposa a la nube, junto con una cirugía experimental, por una mensualidad indefinida de 300 dólares.

La más reciente temporada de 'Black Mirror' tiene seis episodios. Foto:Nick Wall/Netflix
Más allá de la crítica a los servicios de suscripción o a la deuda médica, el episodio se sostiene por la solidez emocional de la pareja protagonista. En contraste con el tono mordaz habitual de la serie, aquí predomina la sensibilidad.
“Bête Noire”Con Siena Kelly y Rosy McEwen
En un ambiente que remite al suspenso psicológico, esta historia se desarrolla dentro de una empresa de chocolates, donde la protagonista comienza a sospechar que una antigua compañera de colegio, ahora su colega, está saboteando su vida y su trabajo. El relato navega entre la paranoia, la percepción alterada y la memoria compartida.
A su vez, rumores indican que existen múltiples versiones del episodio en la plataforma, lo que representaría un guiño al llamado “efecto Mandela” y reforzaría su efecto inquietante.
“Hotel Reverie”Con Issa Rae y Emma Corrin
Este capítulo apuesta por una estética retro y un enfoque más emocional. Una actriz en decadencia acepta participar en una innovadora simulación virtual que le permite vivir dentro de una película clásica ambientada en los años 50. Allí, no solo redescubre su vocación, sino también una nueva forma de amor.
Similar en tono al recordado episodio San Junipero, esta historia se enfoca más en la construcción de identidad y en el poder transformador de los recuerdos compartidos.

Emma Corrin en el capítulo 'Hotel Reverie'. Foto:Nick Wall/Netflix
Un hombre enfrenta un juicio por asesinato mientras asegura que actuó en defensa de sus “Thronglets”, criaturas digitales sensibles provenientes de un videojuego de los años 90. La narrativa se desplaza entre 1994 y 2024, construyendo un retrato perturbador de obsesión, disociación y tecnología emocionalmente invasiva.
El episodio funciona como una secuela espiritual de Bandersnatch y plantea preguntas inquietantes sobre el control, la libertad y las decisiones que se toman en mundos digitales.
“Eulogy”Más contenido en su forma, este episodio presenta a un hombre que descubre que su expareja ha muerto. A través de un dispositivo experimental, puede revivir momentos compartidos al ingresar en fotografías antiguas. Es una historia que recuerda a capítulos anteriores como The Entire History of You, pero sin los giros dramáticos: aquí lo central es la introspección.
El episodio funciona como una meditación sobre la pérdida, el arrepentimiento y la distancia emocional que crece con el tiempo.
“USS Callister: Into Infinity”Es la continuación del universo de USS Callister, de la cuarta temporada. La protagonista y su tripulación escapan del mundo simulado que los retenía y se lanzan a una nueva galaxia digital llena de jugadores humanos.

Awkwafina en la serie 'Black Mirror', de Netflix. Foto:Nick Wall/Netflix
La narrativa adquiere un tono de aventura espacial, pero sin perder de vista el drama personal. Milioti brilla en su papel, y el episodio plantea nuevas inquietudes sobre la identidad digital, la ética del entretenimiento y la autonomía.
eltiempo