Dos narradores execrables

Al principio fue el verbo, pero luego alguien se preguntó quién lo pronunciaba y el verbo se hizo carne. Todo relato tiene un narrador, una figura que puede ser evidente o permanecer oculta como una divinidad omnisciente, pero que siempre existe detrás de la voz que narra.
En el ámbito anglosajón, la figura del narrador no fiable es muy popular y estudiada. Ya sea por ignorancia, por mala fe, por sesgo de cualquier tipo o bien por simple desequilibrio mental, son muchas las novelas que nos llegan a través de una voz equívoca. El refinado Humbert Humbert de Lolita , por ejemplo, el inmaduro adolescente Holden Caulfield de Salinger o el psicópata narcisista que nos legó Bret Easton Ellis en American Psycho .
Fotograma de 'Lolita', película dirigida por Stanley Kubrick en 1962, basada en la novela de Vladimir Nabokov, que también escribió el guion
PropiasEn nuestro ámbito, un narrador no fiable por un formidable desequilibrio mental es Adrià, el protagonista de El tigre, de Borja Vilallonga (Empúries). Afectado por el suicidio de su padre, sobrepasa los límites de su mente en un fastuoso peregrinaje espiritual lleno de excesos que lo lleva a huir de todas las tiranías que él percibe en el mundo moderno.
Dos narradores no fiables del género execrable son el sheriff Nick Corey, de Jim Thompson, y Cleiton, de Giordano AndriolaAhora coinciden en la mesa de novedades dos novelas muy distintas que comparten narrador no fiable del género execrable. Por un lado, el sheriff Nick Corey, que gobierna un pueblito de Texas en la impagable 1280 hab ., de Jim Thompson (La Segona Perifèria), y por otro, un empleado brasileño en una oficina de alquiler de coches llamado Cleiton, que nos cuenta su miserable vida en La silenciosa tragèdia d’un calent mental qualsevol , de Giordano Andriola (Cap de Brot Edicions), en excelente traducción del poeta Josep Domènech Ponsatí.
Ambas traducciones hacen la boca agua. La obra de Thompson es un clásico del género negro más hardboiled , publicado en 1964, doce años después de su gran éxito The killer inside me ( El asesino dentro de mí , en español en RBA). En catalán ya se había editado a finales de los ochenta con el título de 1280 ànimes , pero ahora la misma traductora, Carme Geronès, la ha rehecho de arriba abajo asalvajando más el registro para acercarlo al original 1 280 pop .
Corey hace y deshace en el condado de Potts abusando tanto como puede de la autoridad que le da la placa de sheriff y nos lo explica con cínica claridad desde los primeros compases de la novela. Cleiton, por su parte, es pobre y no tiene ningún poder, pero toda su vida se rige por un simple objetivo: “Solo pienso en follar. Solo pienso en zambullirme en un coño y no salir de ahí nunca. No puedo ni quiero contar mi vicio a ningún psiquiatra, porque les daría envidia”.
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