Seleccione idioma

Spanish

Down Icon

Seleccione país

Spain

Down Icon

Guía para sobrevivir en Barcelona

Guía para sobrevivir en Barcelona

Hace tres años viví en Barcelona varios meses. Me mudé para comenzar a escribir una novela sobre la ciudad. Anoté entonces en un viejo diario mis primeras impresiones acerca de ella: choques culturales. He pensado en traéroslos hoy. Quizás ayuden a amigos vuestros que quieran visitar la ciudad por primera vez.

Un primer piso es, en muchísimas ocasiones, un tercero, pues hay que añadirle el entresuelo y la planta principal. Las cruces de las farmacias pueden ser rojas. Las puertas del metro se cierran rapidísimo y la señora del altavoz grita mucho. Hay peluquerías caninas por toda la ciudad y ninguna para humanos: “Perruqueria Ella”, “Perruquería Montserrat”… Entre apellido y apellido, si te pones una i latina, eres más de aquí: Uclés i Vílchez.

Hay más tiendas de souvenirs y de paellas descongeladas que habitantes. En el metro hace más calor que en Écija. Una madre brasileña que lleve viviendo cincuenta años aquí no llamaría nunca a su hijo Pau. Para Halloween celebran la castañada, como en Galicia, Plasencia… y cocinan unos mazapanes medio crudos que están buenísimos.

Taxis, hace pocos días, a las puertas del Mobile

Los taxis bicolores, una imagen emblemática de Barcelona

Efe

Cuando ticas para entrar al metro, a veces te indican que pases por la derecha y otras por la izquierda; un follón. Puedes levantar los pies del suelo y quedarte suspendido en cualquier vagón de cercanías; hay tanta gente de pie que los cuerpos de los viajeros te sostienen. No puedes pedir la ciudadanía barcelonesa hasta que no pases más de hora y media atrapado en uno de estos Rodalies.

La torre central de la Sagrada Família está rompiendo el skyline de la ciudad. A muchos no les gusta. A mí no me gusta. El 98% de catalanes con los que hablé nunca subió al Tibidabo. Una vez entré ilusionado a una tienda porque vendían algo llamado pit de pollastre; me llevé una gran decepción.

Anoté en un viejo diario mis primeras impresiones acerca de la ciudad, quizás ayuden a amigos vuestros

El plato “bikini” suena muy exótico, pero es un simple sándwich mixto. Al pan rallado se le llama “farina de galeta”; como no lo sabía, intenté hacer un bizcocho con él y obtuve cemento armado. El pelo se encrespa mucho por la humedad; parezco Lola Herrera. Solo a los extranjeros les gusta el Poble Espanyol.

Me hablan en catalán y respondo en andaluz, y nos entendemos perfectamente. El concepto “chaflán” me da mucha pereza y no me gusta; me marea. El Gaixample es como Chueca pero con hombres en speedos y apoyados en los dichosos chaflanes.

Una vez llamé para preguntar por clases de yoga; el cartel decía “Es lloga”. ¡Se rieron de mí! No lo hagáis. Muchos restaurantes gallegos son llevados por asiáticos; me pedí unos rollitos del Padrón y un pulpo tres delicias.

Lee también

Los taxis son negros y no es demasiado caro viajar en ellos. A los barceloneses les encantan las siglas: UB, UOC, MACBA, CCCB, UIC, ESIC, EASD… Y, por último, algo bien sabido por todos: el agua del grifo sabe a Paracetamol Junior. Como la pruebe Ayuso, quema X.

lavanguardia

lavanguardia

Noticias similares

Todas las noticias
Animated ArrowAnimated ArrowAnimated Arrow