Indignación por mujer que quedó en libertad tras atacar con agua hirviendo a menor de 4 años y una abuela

Susan Varley, una mujer de 68 años, fue atacada por su vecina, Ina Priestly, en la ciudad de Morley, al norte de Inglaterra, cuando salió de su casa en horas de la mañana para llevar a su nieto a la escuela.

El hecho fue registrado por algunas cámaras de seguridad del sector el pasado 6 de febrero de 2025. En la grabación se puede ver que la responsable se acercó a las víctimas y lanzó el líquido caliente en sus caras.

Unos segundos después, Susan cayó al suelo gritando de dolor mientras Priestly regresaba a su residencia como si nada pasara. De acuerdo con algunos medios locales, la mujer sufrió quemaduras graves en su cuero cabelludo y la parte izquierda de su frente, mejilla, oreja y nuca.

Por su parte, el menor de 4 años que caminaba junto a ella durante el incidente, no resultó herido gracias a que su abuela le colocó la capucha del abrigo antes de salir a la calle, lo que evitó el contacto del agua con la piel.

Tras el hecho, las autoridades capturaron a la vecina, quien se declaró culpable de causar lesiones corporales graves con intención. Con base en la declaración, el Tribunal de la Corona de Leeds le impuso una orden comunitaria de dos años, por lo que debe cumplir con hasta 25 actividades de rehabilitación.

Sin embargo, la decisión de la entidad generó indignación entre los miembros de la comunidad y la familia de las víctimas, debido a que para ellos no es suficiente una orden de restricción, pues la responsable vive a pocos metros de la casa de Susan.

“Mi madre ahora es una sombra de la persona que una vez fue. Ella solía ser una persona sociable, ahora casi no sale”, reveló Donna, hija de Susan, haciendo referencia a las consecuencias que provocó la situación.

Según la mujer de 35 años, las disputas entre las familias no son recientes, ya que Priestly dañó en algunas ocasiones el jardín de la víctima, colocó clavos en la entrada para explotar las llantas de los carros e incluso llegó a amenazarlos.

“Mi madre simplemente lo comunicó al ayuntamiento, tal como le dijeron en las numerosas ocasiones en que se quejó”, comentó Donna. Además, mencionó que el incidente marcó la vida de todos, especialmente de Susan, quien aún recuerda con horror las acciones de su vecina.

“Ella solo salvó su vista porque llevaba gafas”, agregó. Hasta el momento se sabe que la víctima presentó una terrible inflamación en su ojo y le aparecieron ampollas en el cuero cabelludo, por lo que los doctores tuvieron que rasparlos para aplicar vendajes y evitar una infección.

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL