Jazz al parque: logros y anhelos / columna de Óscar Acevedo

Llegamos a la edición número 28 de Jazz al Parque con varios logros y algunos anhelos. Empiezo por la experiencia de escuchar al trío de Tigran Hamasyan en el parque del Country, a unos 50 metros de la tarima. Ya es hora de crear un ambiente de escucha respetuosa entre la audiencia de Jazz al Parque, la conversadera de los vecinos sumada al asedio de los voceadores de cerveza fría, hacen imposible concentrarse en la audición. Nuestra ilusión de apreciar el concierto sentados en la grama se vio interrumpida desde la primera nota, cuando los asistentes alrededor se pusieron de pie obstruyendo la visibilidad, lo que nos obligo a enfocarnos en la pantalla lateral, donde nunca vimos un plano general del concierto, solo primeros planos de cada músico en solitario…
Cambiando de perspectiva, me conecté a la transmisión en vivo de Canal Capital donde pude apreciar el concierto de Sur Wave sin interrupciones y disfrutando de un plano abierto. Esta banda se ha ganado el derecho de tocar en otros festivales de la red debido a su musicalidad, al equilibrio del sonido grupal que consiguen y a su repertorio ingenioso y sorprendente. También es hora de que los grupos nacionales como este circulen por las tarimas de Redejazz, privilegio que hoy solo disfrutan pocas agrupaciones extranjeras.
Pasando al aspecto didáctico, la conferencia de Joshua Redman en la Universidad de los Andes resultó ser un autorretrato honesto y realista de la vida de un músico en el competido mundo del jazz estadounidense. Solo contestó cuatro preguntas de la audiencia, pero en ellas profundizó sobre aspectos de su vida explicando situaciones difíciles que muchos hemos tenido que enfrentar en nuestros procesos profesionales. Esa franqueza le permite al oyente entender que sus vivencias no son muy diferentes de las que experimentamos en otras latitudes.
La franja estudiantil ha evolucionado en el transcurso de estas 28 ediciones de Jazz al Parque, gracias al apoyo de entusiastas como Cesar Celis, que en su momento gestionó varios encuentros de Fesujazz, un encuentro de ensambles universitarios que hoy hace parte de la temporada con el nombre de Emergentes Jazz. Este intercambio de saberes contó con la participación de una decena de instituciones que inscribieron sus ensambles en un encuentro que ha crecido hasta incluir bandas estudiantiles que viajan desde otras ciudades para hacer parte de este convite musical. Seguiremozz.
ÓSCAR ACEVEDO- crítico y músico
eltiempo