La primera directora titular de la Filarmónica de Medellín llega con una misión: transformar con música y cuidado

La relación de Ana María Patiño‑Osorio con la música comenzó en su casa en la Unión, Antioquia. De niña despertaba cada mañana con el canto de su padre mientras preparaba agua de panela o café y con una amplia discoteca doméstica que alternaba sinfonías con Mercedes Sosa y Silvio Rodríguez.
A los cinco años entró a la escuela de música del municipio; las clases sabatinas se convirtieron en el centro de su semana y, a los siete, el saxofón fue su primer instrumento formal. Muy pronto empezó a “dirigir” intuitivamente a sus compañeros de banda escolar, moviendo las manos con curiosidad genuina y una convicción que no la ha abandonado.
Su formación académica la llevó a la Universidad EAFIT, donde tuvo como primera maestra a la directora coral Cecilia Espinosa. Allí conoció a Alejandro Posada, con quien trabajó varios años en la Iberacademy y la Filarmónica Joven de Colombia.
También fue asistente de Andrés Orozco‑Estrada y considera mentor al violinista y director español Roberto González‑Monjas.
El salto al exterior llegó con una maestría en la Zürcher Hochschule der Künste, a cargo del renombrado Johannes Schlefli. Esa combinación de escuela coral, orquesta académica y la exigente cátedra suiza templó su batuta .
Hace dos años su agenda se volvió casi que toda internacional: ha pasado semanas consecutivas frente a la Orquesta de la Radio de Croacia, la Filarmónica de la RAI de Turín, agrupaciones en Rumania y México.
Sin embargo, siempre soñó con un triángulo vital: carrera en el mundo, trabajo constante con músicos jóvenes y un lazo permanente con Medellín. El nombramiento como primera directora titular de la Orquesta Filarmónica de Medellín (Filarmed) le permite, dice, “volver sin desconectarme” y construir ese equilibrio .
Ana María Patiño-Osorio será la primera directora titular de la Orquesta Filarmónica de Medellín. Asumirá el cargo en noviembre y reemplazará al pianista israelí David Greilsammer, al frente desde 2022.
En entrevista con EL TIEMPO, Patiño-Osorio habló sobre sus proyectos para visibilizar internacionalmente a la Orquesta y la posibilidad de abrir espacios que fomenten la salud mental.

Ana María ya había trabajado con la Orquesta Filarmónica de Medellín como directora invitada. Foto:JUAN CAICEDO B.
Ya casi terminamos de planear nuestra próxima temporada, la 2026, que será de transición y de audacia a la vez. Habrá seis semanas de trabajo intensivo conmigo al frente, lo que nos dará una relación mucho más cercana.
Pensamos un repertorio con sentido y un mensaje claro que fortalecerá́ la flexibilidad y la disciplina artística de la orquesta; viajaremos por muchos estilos para que el grupo crezca en cada uno de ellos. Amplificaremos voces colombianas —solistas consolidados afuera—, mantendremos un hilo con Medellín y con Latinoamérica, y contaremos con invitados internacionales de gran nivel.
Además del repertorio, ha insistido en aplicar un componente humano. ¿En qué consiste?Quiero fomentar espacios de cuidado en salud mental, no solo para los músicos sino para el equipo administrativo y, a través de nuestro trabajo, para la ciudad. Mi propósito es que venir a ensayar sea una experiencia feliz y segura; eso requiere hablar abiertamente del bienestar emocional y físico. También seguiremos conectados con la comunidad y haremos un trabajo cercano con los jóvenes de Medellín.
¿Por qué la salud mental se volvió un pilar de su proyecto artístico?He trabajado mucho tiempo en mi propia salud mental y vivo con ansiedad. Verla de forma sana me ha hecho mejor directora. Creo que parte esencial de mi labor es alcanzar el máximo nivel artístico, pero eso empieza por velar por el bienestar de los músicos. Si ellos se sienten tranquilos y libres, la música florece. Además, quiero que la orquesta sea un semillero que amplifique prácticas de cuidado emocional en la ciudad .
Ha dicho que los jóvenes son otra prioridad, ¿Cuál es el alcance de esa apuesta?Las orquestas deben ser eco del lugar donde están. La Filarmónica es un regalo para Medellín y también una responsabilidad: ayudar a que la ciudad crezca a través de la música. Sueño con que todas las personas conozcan a nuestros músicos, vayan a los conciertos y nos vean en las comunas. Eso solo se logra con una conexión directa con los jóvenes; son el futuro de la orquesta y receptores de generosidad. Recibí mucha ayuda cuando era estudiante y la forma de pagarla es abriendo puertas a la próxima generación.
¿Cómo se siente al convertirse en la primera mujer directora titular de Filarmed?Es un honor que la orquesta me haya ofrecido esta oportunidad y poder aceptarla ahora que mi agenda lo permite. Me emociona ser referente para niñas y adolescentes que sueñan con dirigir; quiero que Filarmed sea un espacio seguro, diverso y abierto. Cada techo de cristal que se rompe amplía lo que está bien y abre camino a otras mujeres. Pero la inspiración debe hacerse tangible: la próxima temporada incluirá compositoras poco conocidas aquí y solistas femeninas de gran talento .
¿Qué retos persisten para las mujeres en la dirección orquestal?Ha habido un avance enorme; las historias que vivió la maestra Cecilia Espinosa no se parecen a mi presente. Sin embargo, falta dar más visibilidad a solistas, compositoras y directoras con un enfoque serio y profesional. Con el tiempo el cambio será más profundo, pero necesitamos oportunidades reales y rigurosas para consolidarlo .

La directora Patiño-Osorio con su batuta en las manos y de fondo el río Medellín. Foto:Juan Manuel Chavarría.
No creo que se trate de masculinizar o feminizar la dirección, sino de ser uno mismo. Los músicos detectan en un segundo cuando alguien no es auténtico. Yo creo en un liderazgo de equipo, alejado del autoritarismo de antaño. Trabajo con paciencia y calma, pero también con determinación y exigencia. El abanico debe ser amplio y fiel a la esencia de cada persona, más allá de los géneros .
Por último, ¿Cómo hará para equilibrar su agenda internacional con el rol en Medellín?Seguiré viajando: ya tengo compromisos fuera del país para los próximos años. Pero contaré con bloques de tiempo fijos en la ciudad; es crucial no desconectarme de Colombia. Estar en escenarios del mundo me aporta experiencia que regreso a compartir con Filarmed. Ese equilibrio entre proyección global y raíces locales es mi ideal profesional y personal .
ÁNGELA MARÍA PÁEZ RODRÍGUEZ - ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO.
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