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Lluvia de premios para la danza en la gran noche de los Premios Max

Lluvia de premios para la danza en la gran noche de los Premios Max

Parecía ya tradición que los Premios Max, los más prestigiosos de las artes escénicas en España, organizados por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), se repartieran equitativamente entre los nominados. Hacía falta regresar hasta 2016 para encontrar una gala donde un solo espectáculo recibiera más de tres galardones, cuando Pinoxxio logró 7. Este año, en el teatro Gayarre de Pamplona, donde la noche de este lunes se celebró la gala de entrega de los premios por primera vez, se rompió la costumbre. Y lo hizo la danza. Afanador, la superproducción del Ballet Nacional de España, con la dirección de Marcos Morau, el coreógrafo más internacional y cotizado del país, triunfó con cinco premios. Ya de entrada llegaba como el espectáculo más nominado con ocho candidaturas, tres más que Natural order of things, otro montaje de danza, que se llevó tres.

La noche empezó con el premio que recibió Afanador a mejor composición musical para espectáculo escénico. Más adelante se llevó mejor diseño de vestuario; mejor diseño de iluminación; el gordo en su disciplina, el de mejor espectáculo de danza, y finalmente —arrebatándoselo al teatro—el de mejor dirección de escena para Morau, ausente de la gala.

El otro gran protagonista de la noche fue Natural order of things, espectáculo de Guy Nader y María Campos, que se llevó tres premios, aunque la noche echó en falta la presencia de sus protagonistas, de gira con el espectáculo por el país. Se llevaron los premios a mejor intérprete masculino y femenina de danza, para Alfonso Aguilar y María Campos, respectivamente, y mejor coreografía para Guy Nader y María Campos. De ellos salieron algunas de las palabras más aplaudidas de la noche. Aguilar dedicó su premio a Maximiliano Corrales, bailarín y coreógrafo mexicano que murió asesinado en su país en 2023. “Bailé, reí, me sorprendí de la vida contigo. A ti te ofrezco mi baile como tributo, ya que te negaron el derecho a la vida”, leyeron en nombre del bailarín premiado. Nader, por su parte, también en voz de una representante, reivindicó su oficio, el de la danza, “la hermana menor de las artes escénicas, la que menos espacio tiene y la que más tiene que luchar por un presupuesto digno”. “Necesitamos más que aplausos”, escribió el coreógrafo.

Los integrantes del Ballet Nacional de España tras recibir el premio a mejor espectáculo de danza por 'Afanador'.
Los integrantes del Ballet Nacional de España tras recibir el premio a mejor espectáculo de danza por 'Afanador'.Villar López (EFE)

Luego la gala cayó en un largo bache monótono, entre entrega de premios de menor relevancia y actuaciones de danza, circo y teatro. La ceremonia había comenzado con Aurora Beltrán en la guitarra y la voz interpretando Mañana, la canción de Tahures Zurdos. También bailó La Faktoría con las voces del Coro Saudae de Pamplona, o Iruñeco dantzariak, danzas vascas, y un grupo de actores recitaron textos de autores españoles: desde Lorca hasta Juan Mayorga, pasando por Quevedo o María Folguera.

Pero casi dos horas tuvieron que pasar para que llegara el momento más emocionante de la noche. La actriz Petra Martínez subió al escenario a recibir el premio de honor que la SGAE le entregó a ella y a su pareja, Juan Margallo, fallecido en abril de este año, pocas semanas después de conocer que serían premiados. Emblemas del teatro independiente español, cuesta hablar de ambos sin unir sus nombres. Tanto que en 2022, como ahora, los dos juntos ganaron el Premio Nacional de Teatro. Son además la pareja más longeva y querida de los escenarios españoles. Y el Gayarre se encargó de demostrarlo. Martínez recibió un aplauso doble, larguísimo, de un auditorio en pie, que la actriz tuvo que detener para empezar a hablar. “Es duro para mí porque tengo la lágrima floja. Cuando recibimos la noticia de que nos darían este premio Juan y yo estábamos contentos. No me gustan mucho los premios, pero este es bonito. Nos lo dan por 60 años de trabajo”, contó. Luego recordó su historia, la del grupo Tábano, la del fin de la Transición, la del teatro español que protagonizó durante tantos años con su compañero de vida y trabajo. “Juan y yo nos hemos divertido muchísimo, el teatro para nosotros ha sido la diversión”, siguió. El público soltó las lágrimas que ella contuvo cuando recordó a Margallo: “Hemos sido felices, contentos, y se me ha muerto. En ese momento te da rabia y te cagas en todo lo cagable. Es una putada morirse, pero peor es quedarse viva cuando se te muere alguien tan querido”. Y terminó con un grito: “¡Viva Palestina libre!“.

La cantante Castazabal durante su actuación en la gala de los Max.
La cantante Castazabal durante su actuación en la gala de los Max.Villar Lopez (EFE)

El turno del teatro llegó en la segunda parte de la gala. Casting Lear, el experimento teatral ideado y encabezado por Andréa Jiménez, en el que cada noche un actor diferente subía al escenario sin saber lo que iba a decir ni hacer, ganó a mejor espectáculo de teatro y mejor adaptación de obra teatral o coreografía, por el texto de Jiménez con la colaboración de Juan Mayorga. Un ejercicio de creación escénica en directo en el que un actor diferente cada noche se sube a las tablas para componer en directo, sin saber nada previamente y con la ayuda de un pinganillo, al personaje del rey Lear, acompañado por la propia Jiménes. “Gracias a los 35 actores que se han aventurado a lanzarse al abismo conmigo”, dijo la directora.

Ágata Roca ganó el premio a mejor actriz por su trabajo en L’imperatiu categòric y Enriq Auquer el de mejor actor por su papel en El día de Watusi, su primer papel protagonista en teatro. “Esto va por todas las personas que estaban en el margen en esa transición maldita en este país”, contó el actor. Se lo ganó a Juan Vinuesa, el favorito (se llevó el Talía y el Godot), que encarnó a Francisco Franco en 1936, la obra de largo aliento que recrea sobre el escenario algunos de los sucesos de la Guerra Civil. El espectáculo del Centro Dramático Nacional se había llevado seis premios en los Talía y cinco en los Godot, mejor espectáculo de teatro incluido en ambos. Aquí, quizá producto de una clara intención de descentralizar los premios, llegó a la gala con solo dos nominaciones: la de Vinuesa y otra para los dramaturgos. Se fue en blanco. El de autoría teatral se lo llevó Itziar Pascual, por Pepito, con lo que por primera vez este premio recae en una obra dirigida para público familiar. “Tal vez el teatro no sirva para cambiar las cosas, pero quizá sí pero mandar un mensaje de apoyo, cuidado, respeto y amor a las infancias”, dijo Pascual.

No hubo muchos discursos emocionantes. Casi todos de agradecimientos protocolarios con menciones constantes pero tibias al conflicto en Gaza. La más sentida, quizá, la de los protagonistas de Farra, mejor espectáculo musical o lírico: “Queremos celebrar el fin de cualquier abuso de poder de cualqier índole, el fin del genocidio en Gaza”, dijeron, para después cantar un pequeño fragmento de su espectáculo: “La palabra fue a la guerra y la consiguió parar, por eso he venido a farra y esto quiero celebrar”. También salieron el presidente de de la SGAE, Antonio Onetti y el de la Fundación SGAE, Juan José Solana, que dieron el habitual discurso institucional de galas como esta. Pero lo hicieron con Solana al piano —los dos llevan años intentando darle vuelta a un momento tan burocrático— mientras Onetti reivindicaba el trabajo de los artistas frente a la inteligencia artificial, caminando entre las butacas. “La IA trabaja sin alma, sin imaginación y sin permiso. ¡Porque este es el robo del siglo! Menos mal que este año la IA no va a poder competir con el talento natural del presidente Solana”, dijo el presidente.

La gala, de dos horas de duración, terminó extraña, en un tono completamente opuesto al de la ceremonía: con la música electrónica de CastaZabal y los fugaces movimientos de los operadores de cámara. Tipo disco. Buen preámbulo, eso sí, para la fiesta que vino después.

Todos los ganadores

Mejor espectáculo de teatro

Casting Lear (Barco Pirata, Andrea Jiménez y Teatro de la Abadía).

Mejor espectáculo de danza

Afanador (Ballet Nacional de España).

Mejor espectáculo musical o lírico

Farra (Cía. Lucas Escobedo y Compañía Nacional de Teatro Clásico – INAEM).

Mejor espectáculo de calle

Fugit (Kamchàtka).

Mejor espectáculo para público infantil, juvenil o familiar

Cuento de Navidad (encapsulando a Dickens).

Mejor espectáculo revelación

Contra Ana (La Contraria).

Mejor autoría teatral

Itziar Pascual, por Pepito.

Mejor autoría revelación

Ester Guntín, por Quiso negro.

Mejor adaptación o versión de obra teatral o coreográfica

Andrea Jiménez y Juan Mayorga, por Casting Lear.

Mejor composición musical para espectáculo escénico

Juan Cristóbal Saavedra, Enrique Bermúdez, Jonathan Bermúdez, Gabriel Georgio González y Roberto Vozmediano, por Afanador.

Mejor coreografía

Guy Nader y María Campos, por Natural order of things.

Mejor labor de producción

La Fam Teatre, por Ambulant.

Mejor dirección de escena

Marcos Morau, por Afanador.

Mejor diseño de espacio escénico y videoescena

Víctor Peralta, por Thauma.

Mejor diseño de vestuario

Sílvia Delagneau, por Afanador.

Mejor diseño de iluminación

Bernat Jansà, por Afanador.

Mejor actriz

Ágata Roca, por L’imperatiu categòric.

Mejor actor

Enric Auquer, por El día del Watusi.

Mejor intérprete femenina de danza

María Campos, por Natural order of things.

Mejor intérprete masculino de danza

Alfonso Aguilar, por Natural order of things.

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