Seleccione idioma

Spanish

Down Icon

Seleccione país

Spain

Down Icon

Ramón Jesurún: 'La continuidad del profesor Néstor Lorenzo jamás, jamás, estuvo en duda'

Ramón Jesurún: 'La continuidad del profesor Néstor Lorenzo jamás, jamás, estuvo en duda'
Ramón Jesurún ha vivido el segundo ciclo más exitoso de la Selección Colombia con la generación de James y compañía, pero también el fracaso de no haber clasificado al Mundial de Catar y la tristeza de haber perdido la final de la Copa América. Es lo más parecido a un político profesional (no en vano es el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol), se desmarca de las preguntas incómodas, aunque no las esquiva, habla de los problemas del fútbol femenino, cuenta cómo fue la salida de Queiroz, Pékerman y Rueda, y dice que Colombia y Lorenzo estarán en el próximo mundial. Esta es su entrevista en la Revista BOCAS.
Hablar de Ramón Jesurún es hablar de fútbol; es hablar del Junior y de la Selección Colombia, instituciones que de algún modo llevan la impronta de este administrador de empresas, nacido hace 72 años en Barranquilla, ciudad donde se crio, se formó e inició su carrera como dirigente deportivo.
A pesar de su origen costeño, Jesurún no es tan desparpajado como uno podría esperar. Todo lo contrario: es un ejecutivo avezado, curtido y formal, que mide muy bien cada palabra antes de contestar. No hace comentarios fuera de lugar ni señalamientos específicos; no elude preguntas —ni siquiera sobre temas incómodos—, pero tampoco se regodea en las respuestas y solo deja hilos sueltos para que cada quien los interprete. Es jovial, pero austero en sus emociones. En la charla con él, no hay carcajadas ni salidas de tono ni cambios bruscos de ánimo. Actúa como un director técnico que sigue el partido con cabeza fría y da instrucciones sin perder el control y sin salirse un milímetro de la zona demarcada junto a la cancha.
Conversamos con él en la moderna sede administrativa de la Federación Colombiana de Fútbol, en el norte de Bogotá, en un amplio despacho en el que sobresale una efigie del arcángel San Miguel por encima de camisetas o trofeos. Se considera un hombre de fe, que reza con frecuencia, muchas veces en silencio, “sin que nadie se dé cuenta”. Dice que se encomienda a Dios en los momentos difíciles, “como hacemos todos los humanos, injustamente, pues deberíamos estar ante él todo el tiempo, en las buenas y en las malas”. Es padre de tres hijos (dos mujeres y un hombre), y abuelo de nueve nietos, la mayoría hombres, de los cuales se siente orgulloso. De hecho, su cara se transforma cuando habla de los conocimientos futbolísticos de los niños. “Cuando se ponen a hablar de fútbol es un espectáculo”, subraya.

Ramón Jesurún es la nueva portada de la Revista BOCAS. Foto:Vladdo

Fue mejor jugador de baloncesto que de fútbol, pero su vida gira alrededor del “mejor espectáculo del mundo”, como presidente de la Federación; es consciente de que su nombre y su gestión generan discusiones y controversias. Afirma que cuando los resultados no se dan, el más vilipendiado siempre es el directivo, “pero todos sabemos que ese es el papel nuestro”. Hablamos de sus éxitos y sus fracasos, del fútbol femenino, de la casa de la Selección, de la influencia de la mafia en el fútbol colombiano, del “mal rato” que vivió en la reciente Copa América de Estados Unidos —cuando terminó varias horas en la cárcel por una pelea con una guardia, reseñado con la humillante foto de reo, con uniforme naranja—, habló de la salida de Rueda y Queiroz y, entre otras cosas, de las relaciones de la Federación con el gobierno. Jesurún lleva una década como máxima autoridad de este deporte en Colombia y aún le queda mucha cuerda: acaba de ser ratificado como representante de la Conmebol en el Consejo de la FIFA, por cuatro años más.
¿Cómo termina de dirigente de fútbol un aficionado al básquet?
Yo estudié Administración de Empresas y quise ser un buen profesional. Luego de mi trabajo con empresas de las cuales yo era propietario, y de manejar negocios propios, con una amalgama de experiencias unidas al fútbol, por circunstancias de la vida se me abrió la posibilidad de llegar al fútbol directivo. Primero, como responsable del equipo de mi tierra, del cual soy hincha, y luego me llegó esta posibilidad. Es una tarea dura, difícil, y a veces ingrata. Pero cuando uno trabaja en lo que le gusta, es de los mayores premios que recibe de la vida.
¿Y siempre ha sido hincha del Junior?
Soy hincha del Junior desde que nací. Me volví un afiebrado a ir a los estadios y trataba de ir a todos los partidos, procuraba sacar buenas notas y portarme bien en el colegio para que mi papá me comprara la boleta y me mandara a fútbol; él no iba conmigo, pero me mandaba con sus amigos.
Y cuando lo castigaba no lo dejaba ir…
No sólo no me dejaba ir, sino que me prohibía oírlo por radio. Y cuando eran las cinco y media o seis de la tarde y no había podido oír el partido, me desesperaba por saber el resultado y a veces no lo encontraba o no lo sabía sino hasta el día siguiente.
El fútbol ha cambiado mucho y parece que va a seguir cambiando. ¿A usted le gusta más el fútbol que se juega ahora o le gustaba más el de antes?
Antes, el fútbol era mucho menos atlético, mucho más lento e indudablemente mucho más técnico por razones obvias; los jugadores tenían mucho mayor tiempo dentro de un campo de juego para maniobrar, porque no había esas marcas asfixiantes de hoy. Pero si uno mira un partido de fútbol de altísima calidad, por ejemplo, los del Mundial de México 70, que dicen que fue el mejor Mundial en técnica de la historia, uno se aburre… Sí, había jugadas espectaculares; ese Brasil 70 era una fantasía con Pelé a la cabeza, pero si se compara con el de hoy, uno se desespera. El fútbol es como la tecnología, como los inventos, altamente desarrollados; y con seguridad este fútbol que tenemos hoy, en 10 o 15 años va a estar obsoleto. La evolución del fútbol hace parte de la evolución de la tecnología en todas las áreas.
Hablando de tecnología, ¿usted cree que el VAR le ha agregado o le ha quitado dinamismo o calidad al fútbol?
El VAR es una herramienta que sabíamos que iba a ser muy controvertida, que iba a tener sus pros y sus contras, pero es una realidad. El VAR llegó para quedarse, el VAR llegó para afianzarse en el tema arbitral y va a seguir desarrollándose. Les garantizo que en cinco o diez años va a ser totalmente diferente; mucho más optimizado.
Yo no tengo vetos contra nadie; pero sí debo reconocer que hay personas a las que no me gustaría tratar porque han utilizado mi nombre para mentir y para decir cosas que no son ciertas de mí.
¿Cuál es la mayor conquista que ha tenido la Federación o que ha tenido el fútbol colombiano en estos diez años?
El desarrollo de nuestras selecciones. En infraestructura hemos crecido enormemente y eso ha servido para que nuestras selecciones —y no hablo de las selecciones mayores ni femeninas, ni masculinas, sino la de las categorías juveniles— sirvan realmente de nutrientes para las selecciones absolutas. Todos nuestros procesos, la construcción de nuestras sedes y la preparación de 13 selecciones que tenemos en menores, en fútbol sala, en fútbol playa, en femenino, en masculino, las preparamos de tal manera que estamos viendo los resultados, estamos asistiendo a casi todos los campeonatos mundiales que organiza la FIFA y eso antes no pasaba.
Hay muchas quejas de que el fútbol femenino no tiene suficiente respaldo… ¿Qué se está haciendo en ese sentido?
El crecimiento del fútbol femenino hoy es muy amplio; no solamente en Colombia, sino en el mundo. Pero la gente debe entender —y esto no es fácil de explicar porque se corre el riesgo de que lo declaren misógino o enemigo del fútbol femenino— que esto es una empresa y la empresa del fútbol femenino está en construcción, apenas está en edificación. En el año 2023, las transferencias internacionales del fútbol femenino en el mundo sumaron en total 6,1 millones de dólares. Ese mismo año, el fútbol masculino hizo transferencias por 7.500 millones de dólares. Esa es la realidad. El Mundial femenino de Australia, que fue un éxito extraordinario, con los mismos 32 equipos que se hizo el de hombres de Catar un año antes, el mismo número de días, con la misma estructura del campeonato, le dejó a la FIFA cero pesos de utilidad; aunque tampoco produjo pérdidas. En cambio el de Catar dejó 6.500 millones de dólares de utilidad. Indudablemente, con el tiempo esas diferencias se van a ir acortando, pero es una realidad. Nosotros, en Colombia, hemos hecho todas las diligencias para buscar sponsors del fútbol femenino y no hemos tenido éxito; y eso no pasa sólo en Colombia. Yo hablo con mis colegas de Suramérica y de Europa y les pasa exactamente igual. En los últimos cuatro años hemos invertido más de 60.000 millones de pesos de recursos propios en el fútbol femenino. Ya tenemos una liga, que está creciendo, pero acabamos de tener un problema, y es que a nuestras jugadoras se las están llevando a jugar en el exterior. Hoy hay 70, 80 jugadoras de alto nivel que están jugando internacionalmente, y esas estrellas se nos están yendo muy temprano, como sucede también con el fútbol masculino.

Jesurún habló del fútbol en femenino en Colombia y sus problemas económicos. Foto:Vladdo

¿Cuál ha sido la alegría más grande que ha tenido como presidente de la Federación?
Creo que más que una anécdota de un partido o de una competencia, yo tuve el honor de hacer parte del comité ejecutivo en el año 2001, cuando ganamos la Copa América, y hace seis meses estuvimos muy cerca de ganarla nuevamente en Estados Unidos. Lo que más me satisface es saber que hoy, como empresa, el fútbol es estructuralmente sólido. Hoy, todos los jugadores tienen contratos, tienen el tema de seguridad social al día.
“El profesor Rueda en una forma muy honesta, muy sincera, dijo, ‘yo no continúo, yo no quiero seguir, yo creo que ustedes necesitan un nuevo aire, una nueva persona’.
A propósito de la Copa América de EE. UU., ¿cómo le afectó el impase que vivió en el Hard Rock Stadium en Miami?
A ver… Como me dice la gente, estuve en el sitio equivocado y en el momento que no debería estar. Culminado el partido, yo, muy frustrado y dolido porque perdimos la final, bajé a la premiación que tenía la Conmebol, donde Colombia iba a recibir la medalla como subcampeón, y encontré realmente un barullo, un desorden en la entrada que no entendía. Yo tenía una credencial que me daba acceso a cualquier sitio del estadio; al fin y al cabo, yo era presidente de una federación y además miembro del Consejo de la Conmebol. Entonces yo bajo y veo que hay problemas, me desespero; yo iba al vestuario de la Selección a ponerme un saco y una corbata, y hubo un incidente con un guardia que no entendió y que me desconoció la credencial y cuando le reclamé airadamente, debo reconocerlo, él me empuja y yo termino en el piso sin sentido durante varios segundos, en los que no supe qué pasó. Obviamente, la gente que estaba conmigo entra a defenderme y finalmente llegó la policía. La verdad, no observaron los videos y terminaron reteniéndonos a nosotros por unas horas hasta que finalmente el tema se aclara. Me citan a una audiencia en la que ven el video y dicen claramente: “Este señor es una víctima, este señor jamás ha debido ser detenido”. Fue un suceso desagradable que no me hubiera gustado que sucediera, pero me pasó y afortunadamente la justicia americana actuó rápidamente y decidió que no fui responsable absolutamente de nada.

"Cuando uno trabaja en lo que le gusta, es de los mayores premios que recibe de la vida" Foto:Vladdo / Revista BOCAS

¿Cómo fueron esas horas en las que usted estuvo detenido?
Fueron 5 o 6 horas en las que estuve siempre en shock, porque jamás me imaginé que yo, que nunca me he metido con nadie ni he tenido problemas de tipo alguno, pudiera estar sufriendo algo que fue a todas luces injusto.
¿Qué pensaba usted en esas horas?
No lo creía… Fue un momento muy duro; un mal rato.
Un rato que se le debió hacer eterno…
Sí. Y como fue en la noche y fue tarde, hubo que esperar hasta el día siguiente; pero finalmente, gracias a Dios y a la justicia, todo quedó solucionado. Yo estaba en representación de Colombia, y aunque recibí mucho apoyo también me hicieron injustamente muchas críticas, y después, cuando salió la verdad, se quedaron calladitos. Pero bueno, esa es la vida.
James Rodríguez dijo hace poco en una entrevista que el arbitraje nos había perjudicado. ¿Qué opina de esas declaraciones?
Pienso que a James lo inducen, de pronto no de muy buena fe, en la pregunta. Él realmente contesta qué pasó en la final de la Copa América. La Copa América la perdimos en el campo de juego. Yo tengo claro que si bien pudo haber algunos errores arbitrales, nos faltó un poquito para ser campeones. Nos faltó a nosotros.
Retrocedamos un poco. Para nadie es un secreto que en los años 80 y 90 muchos equipos tuvieron vínculos con la mafia. ¿Cómo está ese tema hoy? ¿Cómo se está cuidando la Federación para que empresarios de dudosa procedencia no metan las manos en el fútbol?
Si bien no se puede negar que el narcotráfico estuvo involucrado en el fútbol en esos años, yo pregunto, ¿qué actividad en Colombia no fue permeada por el narcotráfico? Todas, absolutamente todas: la política, las empresas, hasta la Iglesia, todo. Afortunadamente, gracias a las acciones de ley que se han implementado, es un flagelo que hemos superado. El fútbol también lo superó. Hoy, nadie puede señalar que hay algo oscuro alrededor del fútbol. Hoy, las personas que lo están manejando son sometidas a unos análisis de compliance, de gobernabilidad y todos salen airosos, afortunadamente. Yo puedo decir con mucha autoridad que hoy el fútbol está completamente purificado de ese flagelo, totalmente saneado.
El fútbol es una cosa con la que todo el mundo tiene que ver, y eso incluye a los políticos. ¿Cómo hacen para evitar que la política contamine el fútbol?
La verdad, hemos recibido muchísimo respeto no sólo de los políticos, sino de los gobiernos. El fútbol es una entidad ciento por ciento privada, y todas las federaciones de los demás deportes de este país reciben aportes del Gobierno nacional, menos el fútbol. Y no los recibimos porque afortunadamente podemos tener músculo para ser autosuficientes. Pero sí, en muchas ocasiones nos hemos reunido con ellos, hemos hablado de planes para ayudar a la industria del fútbol. El fútbol colombiano hoy es una actividad que paga todo tipo de impuestos; no tenemos una sola exoneración de nada, contribuimos al fisco como cualquier parroquiano, como cualquier empresa.
¿Se ha alterado de alguna manera la relación de la Federación con el Gobierno por los incidentes que se han dado en algunos partidos de la Selección, donde ha habido abucheos y consignas contra Gustavo Petro?
Los partidos de fútbol con estadios llenos a veces no son ajenos a la polarización del país; pero nosotros, en el fútbol, no nos involucramos absolutamente en nada político. Además, lo tenemos prohibido por estatutos, y jamás ninguno de nosotros ha querido intervenir en eso. Nosotros estamos muy por encima de eso, y en el fútbol no permitiremos nunca que se nos trate de permear nada político.
¿A usted le gusta el esquema con el que se juega hoy el campeonato, la liga colombiana?
Yo creo que sí… En Colombia, el sistema de dos campeonatos al año ha tenido unos resultados maravillosos y le ha dado a una gran cantidad de equipos medianos, y a algunos chicos, la oportunidad de acceder al título y ganarlo.
La continuidad del profesor Lorenzo jamás, pero jamás, estuvo en duda para que siga siendo el técnico de nosotros; no sólo en las eliminatorias, sino también en la Copa del Mundo 2026
Mucha gente se pregunta si la casa de la Selección es Barranquilla y punto…
Barranquilla fue escogida como sede de eliminatorias en el año 89, con León Londoño de presidente de la Federación y Francisco Maturana de director técnico. De ahí a acá los éxitos han sido muchos más que las frustraciones. Barranquilla tiene el estadio más grande del país hoy, junto con el de Medellín; son estadios que sobrepasan los 47.000 aficionados. Tiene 15.000 asientos más que cualquier otro estadio del país. Y fisiológicamente, a criterio de todos los fisiólogos y de los técnicos, y de los mismos jugadores, es el sitio ideal. ¿Por qué cambiar? La Selección es de todos; a nosotros nos encantaría poder rotarla por todo el país, lo merecen todas las ciudades, pero hoy es Barranquilla. Esperemos, y si hay otros estadios que tengan una mayor capacidad, de pronto se puede pensar en otras alternativas. En muchas competencias que hemos hecho en Colombia de fútbol femenino, de fútbol juvenil, de mundiales, les hemos dado alternativa a otras ciudades del país. Creo que hemos hecho un equilibrio en ese sentido.

Ramón Jesurún. Foto:Vladdo / Revista BOCAS

¿Cómo vivió la eliminación de Catar?
Creo que ha sido el momento más duro desde que estoy en la presidencia de la Federación. Era una selección absolutamente competitiva. Y estábamos en la completa seguridad de que lográbamos la clasificación. Pero pasaron cosas futbolísticas que rayaron en lo insólito. Siete partidos sin convertir un gol y que finalmente terminen haciendo falta uno o dos goles para clasificar al mundial…
Hubo dos técnicos que fracasaron, el primero fue Carlos Queiroz…
Tuvimos la idea de darles un vuelco técnico a los manejos de la Selección. Creímos que era importante una inyección de técnica europea. La trayectoria del profesor Queiroz era absolutamente magnífica, un hombre que había dirigido una de las selecciones más importantes del mundo, como la de Portugal. En divisiones menores había sido campeón mundial. Fue técnico de equipos en Inglaterra y técnico en propiedad del Real Madrid. Su hoja de vida era maravillosa; creo y sigo pensando que es un muy buen técnico. Desafortunadamente las cosas no funcionaron.
¿Y qué cree usted que falló en ese proceso?
Digamos que pudieron haberse producido algunas circunstancias con un aspecto cultural en él que no nos alcanzamos a acomodar. La técnica y el manejo de los europeos son muy diferentes de las de nosotros los latinoamericanos, y en un momento determinado hubo un resultado muy fuerte [habla del 6-0 que nos clavó Ecuador] que de pronto ni él ni nosotros supimos asimilar.
Y otra vez a buscar técnico…
Yo agregaría que a Queiroz lo perjudicó mucho lo que nos perjudicó a todos: la pandemia. Él terminó refugiado, como todos los seres humanos, en su casa, y ahí perdimos realmente muchísimo tiempo de aprendizaje, de comprensión en el tema de selección por efectos de esta epidemia. Y a partir de ahí, todavía en plena pandemia, salimos a buscar técnico e hicimos todos los esfuerzos por traer al que considerábamos el mejor, y efectivamente era el mejor, que era el profesor Reinaldo Rueda, que terminaba su período en la Selección de Chile y se vino a trabajar con nosotros.
Y hubo otro tropezón ahí, que no nos funciona. Como que no lográbamos levantar cabeza después de la salida de Pékerman…
Creo que arrancamos bien; estuvimos en una Copa América donde ocupamos el tercer puesto. Y luego venía la etapa final de las eliminatorias, donde dependíamos de nosotros mismos para clasificar, y es ahí donde se nos presentan esos siete partidos seguidos donde se apagó la pólvora ofensiva de la Selección. Y no pudimos convertir goles, teniendo jugadores que en sus equipos internacionales marcaban todas las semanas, y eso nos llevó a esa dolorosa eliminación.
Y toca cambiar de técnico y echar para adelante, ¿no?
Sí. Ahí creo que ameritaba pensar en un cambio técnico. Pero, al mismo tiempo, el profesor Rueda en una forma muy honesta, muy sincera, dijo, yo no continúo, yo no quiero seguir, yo creo que ustedes necesitan un nuevo aire, una nueva persona, y es cuando salimos al mercado y contratamos al profesor Néstor Lorenzo.
Y ahora, después de que veníamos tan bien, ¿cómo ha sentido los pinchazos en los partidos recientes de la Selección de Lorenzo?
Con preocupación. Pero es una preocupación que, luego de estudiar bien lo que ha venido sucediendo, genera optimismo, porque la Selección no ha jugado mal. Hemos tenido algunos errores que han llevado a que esos puntos que creíamos que teníamos en la mano no se hayan conseguido. Pero tengo todo el optimismo y toda la seguridad de que finalmente, como todos aspiramos, vamos a clasificar al Mundial sin afugias, que es lo que pretendemos.
En estos 10 años —entonces— hemos tenido cuatro técnicos, pero la partida de Néstor Pékerman le llamó la atención a todo el país. Se habla de que se cerró un ciclo y tal, pero, ¿cómo fue realmente su salida de la Selección?
El profesor Pékerman hizo una labor maravillosa con la Selección. Duró poco más de 7 años con nosotros. Y la verdad verdadera es que él toma la decisión cuando termina el Mundial de Rusia; él es el que decide no continuar. Y aunque muchos no lo crean, así fue. De hecho, fue tan así, que el profesor Pékerman no fue reemplazado sino casi seis o siete meses después de su retiro; lo que demuestra que eso no estaba ni planificado por la Federación, ni decidido, sino que fue una decisión de él, respetada por nosotros.
¿Y por qué no pasamos de Néstor Pékerman a Néstor Lorenzo directamente? ¿Por qué dimos semejante vuelta?
Lo intentamos cuando el profesor Pékerman se fue, pero el profesor Lorenzo fue muy honesto en su respuesta inmediata y nos dijo, “yo acabo de salir de la Selección con el profesor Pékerman, y éticamente no creo que sea el momento”. Pero sí nos dejó la puerta abierta para un futuro inmediato, que fue el futuro que se cumplió para encargarlo a él de las eliminatorias para el Mundial del 2026.
Y ahora, a pesar de estos últimos resultados y de que se especuló tanto, ¿la situación de Néstor Lorenzo sigue siendo sólida en el equipo?
Absolutamente. Jamás se nos pasó por la cabeza cualquier idea que fisurara la continuidad del profesor Lorenzo. Nosotros, los directivos, nos asimilamos a los directores de los manicomios, en donde todo el mundo está loco, pero el único que no puede pensar como loco es el director, y nosotros manejamos todo este tipo de situaciones con la experiencia que todo esto nos ha enseñado: con la tranquilidad y la calma para tomar la decisión adecuada. La continuidad del profesor Lorenzo jamás, pero jamás, estuvo en duda para que siga siendo el técnico de nosotros; no sólo en las eliminatorias, sino también en la Copa del Mundo 2026.
Me imagino que habrá hablado con el profesor Néstor Lorenzo en este bajonazo. ¿Cómo han sido esas conversaciones con él?
Mi relación con el profesor Lorenzo es casi a diario. Hablamos permanentemente de todos los temas de la Selección. Indudablemente, luego de esta crisis de resultados de los últimos partidos, el tema obviamente era ese. Ya hay cosas muy claras. Él las tiene muy claras. Hay enseñanzas, hay experiencias de las que no salieron buenos resultados, cosas que seguramente se van a cambiar, y él tiene toda la sapiencia y conoce al grupo con absoluta perfección, y la verdad yo tengo un total optimismo en que este tema se va a revertir a partir de la próxima fecha FIFA del mes de junio.
¿Qué opina del formato del Mundial, al que cada vez le meten más selecciones? ¿Cuál le parecería un número óptimo para una Copa Mundo?
Antes que nada hay que ver el desarrollo del Mundial Estados Unidos, Canadá y México, con 48 equipos; va a ser muy interesante el resultado competitivo y económico. Veremos qué lecciones deja. Lo que sí es claro es que el concepto tradicional de un mundial en un solo país como sede única tiende a desaparecer.
¿Cómo es su relación con los jugadores de la Selección?, ¿cómo son los encuentros suyos con James, por ejemplo?
De un profundo cariño, cariño mutuo. Yo lo trato primero como futbolista, por su respeto, por su trayectoria, por su compromiso con la Selección. Pero también actúo como padre de ellos. La verdad, tenemos una relación maravillosa, muy directa con todos los jugadores de la Selección. Cada vez que hay concentraciones, yo procuro estar con ellos el mayor tiempo posible y eso realmente ayuda mucho al manejo de los grupos, que en este caso es maravilloso, y pese a los resultados últimos, seguirá siendo igual. Es una selección unida, una selección comprometida.
¿En algún momento ese ‘papá’ va más allá de lo estrictamente profesional para pasar a lo social? ¿Usted sale a comer con los futbolistas, va a alguna celebración, como un cumpleaños, un aniversario o un bautizo?
Cuando me invitan, voy. Me encanta ese tipo de eventos. Cada vez que hay una concentración procuro sacarlos del entorno de la misma e irnos a comer todos, todo el grupo, a un restaurante, y son momentos muy agradables donde hay mucha camaradería, hay risa y bromas, como en cualquier grupo. Y estoy muy pendiente de ellos cuando se produce algún evento o alguna situación familiar; pero no estoy atosigándolos todo el día.
¿Cómo sintió el secuestro del papá de Lucho Díaz?
Hicimos un seguimiento muy, muy cercano todo el tiempo y monitoreando lo que estaba pasando. Hicimos un acompañamiento con Lucho, que estaba en Londres. Obviamente te puedes imaginar el estrés en que él y su familia estaban, y bueno, afortunadamente hubo un final muy feliz, y casualmente acompañé a Lucho, porque estábamos en una concentración en ese momento, a reencontrarse con su papá luego del secuestro. Estuve en ese momento y fue muy emocionante.
¿Alguna vez ha recibido amenazas?
Nunca. Nunca amenazas; ninguna. Algunas veces alguna grosería en la calle o algún comentario que no es agradable, pero que me hayan amenazado o que viva en función de eso, no, la verdad.
No, yo no tengo vetos contra nadie; pero sí debo reconocer que hay personas a las que no me gustaría tratar porque han utilizado mi nombre para mentir y para decir cosas que no son ciertas de mí. Pero no tengo enemigos ni nada por el estilo. Y seguramente si me los encuentro en la calle los saludo común y corriente, pero son personas que, como ser humano, siento que me han hecho mucho daño.
¿En las venas de sus hijos corre esa afición por el fútbol?
En las mujeres no tanto; en el hombre, obviamente que sí, es un enfermo absolutamente del fútbol. Pero lo que me tiene impresionado es que tengo 9 nietos y 5 de ellos son hombres, que cuando se ponen a hablar de fútbol es un espectáculo. Son una enciclopedia, se saben absolutamente todo y hasta me corrigen; y cuando corroboro que tienen razón, eso me agrada mucho. Así como también me agrada mucho ver hoy la cantidad de niños en nuestro país, de 5 y 4 años que ya tienen el fútbol impregnado y que no quieren saber nada distinto a ser futbolistas, que quieren triunfar y que quieren todos los días darle una patada a un balón.
Se le ve muy activo a sus 72 años, y lleva diez en la Federación. ¿Ha pensado en hacerse a un lado en algún momento?
En mi casa dicen que me volví adicto al trabajo, pero me gusta hacer lo que hago y estaré siempre que lo requieran mis jefes, que son los directivos del fútbol, tanto los del fútbol profesional como los del fútbol aficionado. El día que ellos me digan que dé un paso al costado, les agradeceré enormemente, porque el honor que me dieron fue muy grande.
Recomendado: entrevista con Vicky Dávila

"Si no hubiera sido tan apasionada en la vida, no estaría aquí". Foto:Hernán Puentes / Revista BOCAS

eltiempo

eltiempo

Noticias similares

Todas las noticias
Animated ArrowAnimated ArrowAnimated Arrow