INTELIGENCIA PRIMITIVA de Angus Fletcher: Por qué los generales estadounidenses siempre superan en astucia a la IA en los juegos de guerra

«El mundo moderno», afirma el académico estadounidense Angus Fletcher en este innovador libro, «ha definido incorrectamente la inteligencia».

Hemos asumido que el cerebro funciona de forma muy similar a una computadora. Sin embargo, hoy en día, una computadora siempre será mejor que los humanos en tareas que solo exigen lógica. «Al instruir a los estudiantes para que piensen como computadoras», escribe Fletcher, «el sistema educativo los está entrenando para hacer lo que sus portátiles pueden hacer mejor».

Fletcher defiende una forma diferente de usar nuestro cerebro. El cerebro humano posee una inteligencia no lógica. Pensamos en historias. La narrativa es la base de nuestra inteligencia, pero corremos el riesgo de perder de vista este tipo de capacidad cerebral. Como profesor de ciencia narrativa en el Proyecto Narrativa de la Universidad Estatal de Ohio , es un elocuente defensor de una inteligencia que la IA no puede replicar.

Esta «inteligencia primaria» se compone de cuatro vertientes: intuición, imaginación, emoción y sentido común. Las computadoras no poseen ninguna de estas cualidades. El sentido común, por ejemplo, es una «capacidad que distingue a los humanos de la IA, que puede realizar cálculos complejos con maestría, pero fallar en una decisión obvia para los niños».

¿Por qué chatbots comoChatGPT generan información falsa? A diferencia de los humanos, carecen del sentido común necesario para saber cuándo desconocen algo. Así que, en palabras de Fletcher, «inventan con ingenuidad, cubriendo sus lagunas de conocimiento extrapolando tendencias pasadas». Desafortunadamente, el resultado suele ser absurdo. La IA y las computadoras son brillantes siempre que solo se necesiten matemáticas y lógica. Si «la vida requiere sentido común o imaginación, la IA se desmorona».

Fletcher lo comprende perfectamente cuando visita un sitio cerca del Pentágono donde hay una computadora programada con inteligencia militar. Esta ha memorizado las estrategias de los generales más importantes de la historia y puede tomar mil millones de decisiones por segundo. Sin embargo, siempre pierde los juegos de guerra contra los equipos humanos del ejército estadounidense. ¿La razón? Carece de iniciativa. Como observó el teórico militar del siglo XIX Carl von Clausewitz, los mejores planes no son lógicos, porque los planes lógicos son «predecibles».

En cambio, el ejemplo perfecto de las cualidades que conforman nuestra «inteligencia narrativa» es Shakespeare. «Shakespeare une el libro que has estado leyendo», escribe Fletcher. Incluso proporciona una lista de personas que, según él, desarrollaron su propia inteligencia primaria leyendo a Shakespeare.

Entre ellos se encuentran Steve Jobs, Albert Einstein, Abraham Lincoln, Nikola Tesla, Maya Angelou y Vincent van Gogh. Este es esencialmente un libro de autoayuda, y como señala Fletcher en su introducción, su objetivo no es solo proponer una teoría sobre el cerebro humano, sino demostrar maneras en que los lectores pueden ser entrenados para mejorar su propia inteligencia primaria. Sin duda, contribuye significativamente a demostrar que «el cerebro humano es realmente inteligente porque piensa en historias».