Hay una temporada con Molly Parr: Esta verdura de primavera se transforma: Con el calor, un rábano se ablanda en algo casi mantecoso.

¿Alguna vez has salteado un rábano? ¿Alguna vez lo has asado? Aplicarle calor a esta verdura de primavera la transforma por completo. Su toque picante desaparece y aparece un sabor completamente nuevo. Su textura crujiente se suaviza hasta convertirse en algo casi mantecoso.
Pienso en la primavera cuando pienso en rábanos; son los primeros que brotan en el huerto, y su parecido con los huevos de Pascua es innegable. Me di cuenta de ello cuando serví rábanos, salteados en mantequilla y con menta y estragón, en mi Séder de Pésaj.
En mi casa solo se sirven lácteos durante la Pascua judía, así que no hay falda de res en mi mesa. Sin embargo, serví una berenjena a la parmesana que podría describir como sedosa; un plato que llamamos nachos bálticos, que son papas asadas con toques de crema agria, salmón ahumado, eneldo y limón; una ensalada de quinoa con fresas y aderezo dulce y de limón; espárragos asados; y kugels de papa y brócoli. Mi esposo se levantó con gusto de la mesa del Séder para freír filetes de trucha en mantequilla y terminarlos con más mantequilla, limón y nueces de macadamia. De postre, preparé una compota de ruibarbo, fresa y jengibre fresco, que serví sobre yogur de vainilla estilo suizo, con almendras laminadas con miel por encima.
Pero esta sencilla guarnición realmente se robó el espectáculo, algo que espero que puedas lograr. Si bien el precio de los huevos se ha disparado en los últimos meses, el precio de los rábanos sigue siendo muy bajo. Menos de $2 por un manojo o una bolsa.
Si puedes, usa mantequilla para el salteado; la prefiero mucho más al aceite de oliva. Deja que la mantequilla burbujee y chisporrotee en la sartén antes de añadir los rábanos. Y asegúrate de que queden bien dorados, con puntos marrones, si puedes. Termina con montones de estragón picado y menta para darle un toque elegante a un plato exquisito.
Ingredientes:
Un manojo de rábanos, limpios y cortados en cuartos.
Dos cucharadas de mantequilla
Sal kosher, al gusto
2 cucharadas de estragón y menta, picadas
Instrucciones:
Calienta una sartén (a mí me gusta usar una) y derrite la mantequilla hasta que esté espumosa. Agrega los rábanos y una pizca de sal y saltea. Remueve los rábanos por la sartén y observa cómo se doran. Puede que se doren en algunas zonas; eso es bueno.
Una vez que los rábanos estén completamente blandos y dorados en algunas zonas (esto debería tomar unos 15 minutos), espolvoree las hierbas frescas por encima. Sirva inmediatamente.
Molly Parr vive en Florencia con su esposo y sus dos hijas pequeñas. Escribe su blog gastronómico, Cheap Beets, desde 2010. Envíen sus preguntas o comentarios a [email protected].
Daily Hampshire Gazette